Hay una enorme diferencia entre la vocación y el gusto. Miguel Ventura Herrera lo constató desde pequeño.
“Siempre quise ser cineasta, desde niño, pero mi familia materna se dedica a la cocina, así que desde la infancia trabajé con ellos. En aquel entonces no había alguna escuela de cine en el sureste. Por suerte, en un taller en una universidad me topé con un profesor, Roberto Sánchez, con quien me adentré en el manejo de las herramientas para hacer películas. Vivía muy frustrado porque quería estudiar cine pero me daba temor ir a la Ciudad de México”, confiesa Ventura.
Al final, estos dos mundos se encontraron y propiciaron la aparición de Cine Janal, un proyecto de difusión en el que Miguel conjunta la comida y el cine y con el que busca dar a conocer las historias que se tejen alrededor de la preparación de los alimentos, comenzando por los de su tierra: Yucatán.
La aventura en la cocina para Miguel comenzó por necesidad. Y en sus ratos libres se daba oportunidad de imaginar narraciones que poco a poco comenzó a hacer realidad.
“Mi madre nos mantuvo porque mi padre era muy fiestero y se desaparecía. Preparaba el lunch de mis hermanitos para ayudar en la casa y ya de adolescente, como a los 13 años, yo preparaba la comida para que mi mamá no trabajara de más”.
De pequeño escribía obras de teatro en la escuela y las dirigía, sin ninguna noción técnica de esa práctica, por mero instinto. También hizo pastorelas en las iglesias a donde acudía.
“A los 15 años nos mudamos a Mérida y empecé a trabajar con unos tíos que tenían una cevichería, se dedicaban al marisco y vendían pescado frito. Muchos años estuve con ellos. Cuando tenía 22 años me fui a trabajar a las plataformas de Pemex como ayudante de cocina. Ahí descubrí que no era mi vocación. Me gusta mucho hacerlo pero no podría vivir de eso. Es muy demandante”.
Es entonces que decidió especializarse en la práctica de hacer productos audiovisuales. Y cuando se animó a hacerlo en serio comenzó con el pie derecho.
“Mi primer trabajo como director, ‘El Venado y la niebla’, ganó el Premio Especial Studio 5 de Mayo en la edición 2010 del Festival Internacional del Cine de Morelia. Con este premio pensé que iba a llegar muchas propuestas, incluso creé Aventura Producciones. Hay gente que me pregunta si no puedo darles trabajo pero la verdad es que no tenemos empleados, dependiendo del proyecto es cómo nos organizamos”.
En esta búsqueda de narraciones que se acerquen a la realidad del pueblo yucateco nació “Huevito con chaya”, la primera de las historias que conforman el recetario cinematográfico que bautizó como Cine Janal.
“Es una suerte de canal en donde estamos dando salida a una inquietud que tengo, una serie que más bien sería un compendio audiovisual de guisos yucatecos. Esta idea surgió porque en mis años trabajando como cocinero, en un yate, preparé huevo revueltos con hierbabuena. Uno de los comensales se conmovió porque recordó que su mamá solía prepararle eso en su niñez, y a mí me ocurrió algo similar en una ocasión que fui a un restaurante y comí huevo con chaya. Y así nació el primer cortometraje del recetario”.
La respuesta del público fue positiva y el vendaval de apoyos y palabras de aliento en redes sociales le motivó a crear más contenidos similares.
Cuando vimos cómo reaccionó la gente ante este producto reforcé la idea de hacer una serie de cortometrajes de este tipo. En la televisión no he visto un contenido parecido, siento que México no está haciendo contenido diferente. Quiero hacer algo similar a lo que ofrece “Black Mirror” o lo que en su momento se logró con “La hora marcada”: diferentes historias pero con un mismo contexto”.
Así aparecieron “El Pib” y “El Tikin Xiik’ Asado”, con una aprobación mayor y comentarios sobre futuras entregas, lo que tiene a Ventura y a su equipo de colaboradores preproduciendo nuevos episodios.
“Se vienen los cortometrajes del relleno negro, los joroches y después el sic de venado. Queremos hacer la cochinita pibil, pero de momento estamos concentrados en esos tres. Creo que el proyecto vale la pena. Sabemos que le gusta a la gente. Es muy didáctico y directo. Bien dicen que si quieres conocer un país debes conocer su comida, por eso me extraña que no hayan hecho algo similar en el país o en otra parte del mundo”.
Pero los anhelos de Miguel no se quedan en Yucatán. Tiene la intención de ir más allá, de hacer un recetario nacional y está convencido que la propuesta puede “pegar” en todo el país.
“Comenzamos con comida yucateca, pero queremos hacerlo con platillos de Oaxaca, Puebla, cualquier parte de México para contar diferentes historias. De momento estamos trabajando con la idea de lograr 10 cortometrajes y rematar con un libro que incluya las mismas recetas que se ven en los cortos pero con variaciones”.
Tal como se hacen producciones en todo el país, Miguel cuenta con amigos y colaboradores con quienes suele trabajar sus guiones, pero no se cierra a la idea de que otras personas se integren para enriquecer Cine Janal: “normalmente la gente que colabora conmigo es Maricarmen Sordo, Jairo Mukul, Efraín Conde, Jorge Manzanilla, Alberto Palomo me hace la música, Mario Arnal está encargado de la gestión cultural”.
Ante el crecimiento de espacios para presentar productos audiovisuales, una serie de televisión o vía streaming sobre la factura de platillos mexicanos podría estar cerca de aparecer en grandes ligas. Así que ¡provecho!.