De acuerdo con la Encuesta de Consumo de Drogas Alcohol y Tabaco del Instituto Nacional de Salud Pública, más del 33% de la población ha tenido problemas serios con el consumo excesivo de bebidas alcohólicas.
Esto ha desencadenado una serie de consecuencias dañinas no solo para el bienestar físico y mental de aquellas personas quienes consumen en exceso, sino también para su entorno laboral y social.
Con datos disponibles hasta 2016 por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en ese año murieron más de 3 millones de personas a consecuencia del consumo nocivo de alcohol.
Hoy en día se estima que en el mundo hay 237 millones de hombres y 46 millones de mujeres quienes padecen de trastornos por consumo de alcohol.
Ante esta situación, miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, comparten los beneficios y principales cambios en el cuerpo cuando las personas dejan de consumir alcohol.
Uno de los principales cambios es la pérdida de peso. Esta es una de las ventajas más notorias a largo plazo al tiempo que mejora la condición física. Esta situación se debe a que el consumo de calorías vacías disminuye en gran medida ayudando a prevenir la obesidad y el sobrepeso.
También, dejar de tomar en exceso alcohol puede mejorar las actividades sociales, ayudando a reforzar la capacidad de charla y conocimiento del entorno utilizando herramientas propias de cada individuo.
En ocasiones, las personas que tienen problemas con el alcohol, suelen utilizarlo para generar un estado de euforia que les permite sentirse sociables. Sin embargo, la verdad es otra y solo cubren las debilidades como el dolor y nerviosismo a través de su excesivo consumo para evitar la realidad.
Aunado a ello, cuando se deja de tomar alcohol se puede evitar el riesgo de contraer más enfermedades, desde hepatitis, hasta algunos tipos de cáncer. Esta situación se debe a que estas sustancias suelen afectar en gran medida diversos organismos y procesos neuronales del cuerpo humano, interfiriendo con las actividades más habituales.
Otro aspecto a resaltar es el mejor aspecto y remordimiento, es decir, reducir o eliminar el consumo de alcohol mejora desde la apariencia física, hasta el estado de ánimo.
A su vez, permite reducir la famosa resaca y los remordimientos del día siguiente, uno de los signos más comunes después de una noche de fiesta.
NotiPress/Andrés Zimbrón
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