De Uber y otras historias pendientes

Ya es cuento viejo y conocido la controversia que en el Ciudad de México (está bien, que en la #CDMX) se ha generado a partir del servicio de transporte por aplicación, Uber.

Pros y contras sobre el servicio que ofrece la empresa se han expresado no solo en México, sino también en otras partes del mundo en el que se ha “descargado” y rápidamente ha ganado gran popularidad, incluso logrando imponerse por encima de los servicios tradicionales de transporte o generando fuerte competencia.

Bueno, malo, mejor, peor, muchas son las experiencias que se podrían compartir sobre la aventura que es viajar ya sea en Taxi o en Uber. Un ejemplo es el ejercicio comparativo que hicieron en Bogotá, Colombia.

 

Por el momento, en la capital del país, la polémica que ha desatado éste servicio de transporte se encuentra en stand by, las autoridades informaron que comenzaran los trabajos para regularizar ésta opción o cómo la definen los propios directivos de la empresa “complemento de transporte para asegurar la movilidad”, por lo que pareciera que todo tiene un final feliz.

 

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El tema que se mantuvo en las redes sociales con sus característicos bemoles al parecer ya fue, pero abre una ventana hacia muchos pendientes que al igual que con Uber parten del inminente e imparable avance de la tecnología. La regulación de Uber es el ejemplo de cómo el futuro está rebasando a las leyes o a los marcos normativos y de cómo la realidad se convierte a cada minuto en un pasado que no pareciera estar listo para satisfacer todas las necesidades de las personas.

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¿Otros ejemplos? Situaciones de atraso entre la realidad y lo legal se podrían encontrar en temas como los ciberdelitos: robo de identidad, clonación, hackeo, ciberpiratas, ciberataques, pornografía infantil, por mencionar algunos; de la misma forma la regulación de internet en cuanto a la protección de los derechos de autor y propiedad intelectual es un pendiente permanente que tienen las autoridades; tampoco olvidemos el tema de la libertad y responsabilidad que debe privilegiar por parte de los usuarios de las redes sociales, por aquello de las calumnias y ataques a la honorabilidad de las personas; las tres son situaciones que, así como en el caso de Uber, algún día deben atenderse por la sana armonía social.

El caso de los coches privados al servicio de la comunidad volvió a poner el dedo en la llaga, ya que exhibe la necesidad de contar con marcos legales más amplios y basados en el futurismo, a fin de prever situaciones que puedan paralizar o aportar polémicas en dónde no deberían haber.

Como ya dijimos Uber se regularizará en la Ciudad de México, tal como lo ha hecho en otras partes del mundo, pero la moneda vuelve a estar en el aire, ya que esperamos que no sean necesarias más polémicas para atender los pendientes, por lo tanto resulta necesario que los abogados y autoridades comiencen a ver por encima de los problemas del diario y a observar que el futuro es una demanda permanente y pronto habrá que resolver los muchos casos que día a día se un mundo cada vez más modernizado y demandante.

 

Oscar Mendoza

Comunicólogo de profesión. Chilango por nacimiento, yucateco por adopción y convencimiento. Interesado en temas sociales, justicia, derechos humanos, tendencias, moda, comida, música, arte y culturas. La política me apasiona y las rarezas me hacen perder la cabeza. Creo en el fin de mundo y espero el colapso zombie.

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