Los dioses no pueden quedarse tranquilos. Deseos de validar su supremacía sobre los demás habrán de enfrentarse una vez más en un duelo que se nos prometió épico. La misma ambición que enfrenta a dichas deidades nubló el buen juicio de Alex Proyas, un realizador que dejó muy atrás su habilidad estética para contarnos historias sombrías y ahora es un alucinado de los efectos especiales.
Así, nos topamos con una de esas historias intrascendentes que pretenden hermanar a dioses y mortales de la forma más insulsa, con mucho brillo, eso sí, pero con muy poca sustancia.
En sus inicios, Proyas logró adentrarnos a universos oscuros en donde había mucho para reflexionar. No pedimos un tratado moral, simplemente queremos algo que nos entretenga y los dioses no son tal, sino que son odiosos, intrascendentes, faltos de la gracia que se supone deberían tener los creadores del universo. Si en algún momento se realizara una película live action de la serie de televisión animada “Los Caballeros del Zodiaco” probablemente esa sería la estética. Y sí, me atrevo a pensar que sería mucho mejor que lo propuesto por el australiano.
Quizá sea otra de esas películas por encargo: el hombre necesitaba volver a dirigir para tomar impulso y hacer historias que realmente le interesen, aunque desde “Yo, Robot” se puso en evidencia que perdió la brújula desde hace mucho.
Claro, es un blockbuster, no se supone que haya mayor intención que obligarnos a comer palomitas mientras que gigantes que se transforman en seres parecidos a animales se dan de golpes en aire y tierra.
El formato de videojuego podrá resultar atractivo para quienes no persiguen una narrativa inteligente, pero es lamentable que un autor que prometía tanto haya quedado varado en un mar de realizaciones defectuosas e incluso absurdas. Claro que estamos ante un filme épico: es un desastre de proporciones monumentales.
Los rostros atractivos de los dioses (Gerard Butler y Nikolaj Coster-Waldau) y sus aliados-enemigos humanos (Brenton Thwaites y Courtney Eaton) no son suficientes para salvar una película que pides a gritos que termine. Peor aún ¿podía culminar de otra manera?
Desde hace tiempo hemos visto que los filmes de corte épico, los de proporciones magnánimas y con batallas que prometen sacudir las salas de cine toman dos caminos: el de centrarse en lo visual descuidando la trama y quienes deciden hacer un gran espectáculo pero poniendo especial detalle en dotar a los personajes de las herramientas necesarias para ser lo más importante de la cinta. “Dioses de Egipto” es como los equipos de futbol que salen a la cancha pensando que pueden ganar sólo con “la camiseta”: lo rimbombante de los nombres, los efectos visuales de mediana factura, los cuerpos de ensueño, no pueden ganar ante una buena historia. Y aquí, no la hay.
Gods of Egypt (2016)
Director: Alex Proyas.
Guión: Matt Sazama, Burk Sharpless.
Protagonistas: Gerad Butler, Nikolaj Coster-Waldau, Geoffrey Rush, Elodie Yung.
Fotografía: Peter Menzies Jr. Edición: Richard Learoyd.
Fotos página oficial Dioses de Egipto
You may also like
-
Proyecto Granguiñol Psicotrónico celebrará su décimo aniversario con “Akelarre”
-
“Por temor a que cantemos libres” cerrará el año con funciones en el Teatro El Milagro
-
Valentina o la serenidad: el duelo durante la niñez
-
“Lu y Solito” vuelven a escena en el Foro Lucerna
-
La conversión del diablo, obra basada en el mito de la conquista espiritual de México, llega a la Sala Héctor Mendoza