El actor y dramaturgo Sam Shepard murió el pasado jueves a los 73 años en su casa de Kentucky debido a complicaciones relacionadas con la enfermedad de Lou Gehrig (esclerosis lateral amiotrófica) que padecía, informó un portavoz de su familia este lunes.
Shepard fue uno de los mejores dramaturgos de su generación y logró en 1979 el Premio Pulitzer de drama con la pieza “Buried Child”. También fue nominado en 1983 al óscar como mejor actor de reparto por el papel del piloto Chuck Yeager en la película Elegidos para la gloria.
Produjo 44 obras de teatro y numerosos libros, memorias y cuentos. Además del Pulitzer -otra dos obras suyas fueron nominadas a este premio-, recibió la Medalla de Oro de la Academia de las Artes y las Letras en 1992 y dos años después ingresó en el Hall of Fame del teatro.
Se inició en el mundo del séptimo arte como guionista en 1960 con “Me and my brother“ y fue coguionista de la película de Michelangelo Antonioni “Zabriskie Point” rodada en 1970.
Se puso por primera vez delante de la cámara en 1978 a las órdenes de Bob Dylan en la película surrealista Renaldo and Clara y participó en más de 40 películas, entre las que destacan, además de Elegidos para la gloria, Magnolias de Acero (1989), El Informe Pelícano (1993), Black Hawk derribado (2001) o Blackthorn (2011), dirigida por el español Mateo Gil.
Su última aparición en la pantalla fue el año pasado en Bloodline, producida para Netflix.