La sociedad global tiene una deuda histórica con la accesibilidad y respeto a los derechos humanos de las personas con discapacidad.
Este “tema” o “asunto” resulta ya como una herida abierta que expone las amplias brechas de desigualdad que dan forma al tejido social en el que vivimos, por lo que cualquier esfuerzo que contribuya a visibilizar y acercar el amplio y humano mundo que representa el vivir con una discapacidad es una oportunidad para romper barreras, mitos y reconocer las omisiones que tanto a afectan a millones de personas en nuestro país y el mundo.
En el Censo de Población y Vivienda 2020 se registro que 6,179,890 personas viven con alguna disparidad; esto representa el 4.9 del total de la población.
Un ejemplo de estos esfuerzos es el ReelAbilities Festival de Cine, espacio dedicado a promover historias que representan, narran o documentan la vida de las personas que viven con alguna discapacidad.
Este festival nació en New York, Estados Unidos, en el 2007; actualmente se lleva a cabo en 10 ciudades más de América del Norte. La primera edición en la Ciudad de México fue en el 2017.
La edición 2023 se llevó a cabo del 1 al 3 de diciembre en el Centro Cultural La bella época, ubicado en la Colonia Condesa.
Este Festival es una oportunidad para conocer a mayor profundidad, por medio del lenguaje cinematográfico, vivencias, historias y obstáculos que afrontan las personas con alguna discapacidad, realidades que parecieran tan ajenas e invisibles, pero que se viven por las calles de la ciudad, en el transporte público o que comparten espacios laborales y educativos.
Visibilizar y reconocer la vida y dignidad de las personas con discapacidad es una urgencia social para avanzar en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, accesible y con empatía, y que mejor que por medio de las artes y las acciones culturales se contribuya en este proceso de cambio.
No habría que esperar un ReelAbilities Festival de Cine en la Ciudad de México al año o un 3 de diciembre para hablar del tema, por el contrario, acciones culturales de esta índole deberían estar buscando y encontrando cobijo con las instancias y áreas públicas o privadas encargadas en promover la cultura.
La deuda histórica que se mantiene con las personas con discapacidad urge de acciones sistemáticas, consientes y empáticas, ahí radica el poder del arte como un canal para el cambio, como una gran herramienta para comprender la importancia de la inclusión.
Oscar Mendoza Cadena
IG: Mr.OMe
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