Enanitos Verdes llena de melancolía el Pepsi Center

Enanitos Verdes llena de melancolía el Pepsi Center

“Se nos fue antes de que lo hubiéramos querido, pero la mejor manera de homenajear la música que hicimos es seguir haciendo música. Él sigue con nosotros. Marciano donde sea que estés todos los días me acuerdo de ti”.

Así puede resumirse el concierto que brindó Enanitos Verdes la semana pasada en el Pepsi Center de la Ciudad de México como parte de su gira Besos Intensos Tour.

Felipe Staiti, ahora vocalista de la legendaria banda sudamericana, señaló hacia el cierre del show que no pensaban para en su intento por llevar música del pasado y recién a diferentes partes del mundo para recordar a su amigo, “Marciano” Cantero, fallecido el año pasado.

“Cero” abrió la noche que se sintió nostálgica pero para nada triste, pues los asistentes se entregaron desde los primeros acordes a la banda que hizo un repaso significativo por la discografía de la agrupación.

No tardaron en remover de sus asientos a los asistentes, pues “La Muralla Verde” fue la segunda del repertorio, con lo que conectaron inmediatamente con los presentes.

“Cordillera”, “Guitarras Blancas” y “Eterna Soledad” son algunos de los temas que se escucharon, al tiempo que los integrantes de la banda intentaban dialogar brevemente con los asistentes.

Fue sin duda una noche de sentimientos opuestos, pues musicalmente la agrupación sigue bien aceitada y eficiente, pero ese elemento faltante aún pesa en el ánimo de los fans y de la misma agrupación, que por ningún motivo pretenden borrar la imagen de “Marciano”, sino homenajear su legado.

“Mariposas” fue la canción con la que rindieron tributo a su extinto líder para después dar cierre a la velada con “Luz de Día”, en un reencuentro con el público chilango en donde no faltaron las emociones.

**Fotos: Juárez Góngora

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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