Esos discos del 2015 que debes de escuchar: EUA

Es temporada de sacar las listas, de buenos deseos, de propósitos para el año que viene, pero también el recuento de los daños y las alegrías y con ellos, la lista con lo mejor del año. Como siempre, en el aspecto musical es difícil elegir a unos cuantos pues vivimos un año de muchas placas de buena factura.

Desde luego, como toda lista el asunto es arbitrario y subjetivo. Aquí no vamos a calificar calidad en orden ascendente, somos melómanos y con dar a conocer esos discos que bien vale la pena escuchar basta. Este primer compendio incluye sólo a discos de exponentes estadounidenses.

Hace un par de años fue la revelación, su nombre no significó mucho para el mundo y con su tercer disco demostró que no era llamarada de petate, por el contrario, se consolidó como un digno heredero de la irreverencia de Compton. To pimp a butterfly presenta a un Kednrick Lamar menos enojado y más divertido, por momentos. Ya se había ganado a la crítica, ahora se hizo cercano a los que no le conocían. Su ambición tuvo su recompensa: el disco más completo del rapero.

Sufjan Steven utilizó Carrie & Lowell para purgar su dolor. En el disco que homenajea la existencia de su madre deja salir su lado más nostálgico. Acompañado de muchas cuerdas construye una enorme paradoja: uno de sus álbumes más grandes basado en una estructura minimalista. Es económico porque necesita decir mucho y lo hace de modo magistral.

El debut de Natalie Prass con su disco homónimo llenó de escepticismo a los escuchas, toda vez que las alabanzas por parte de la crítica no siempre significan que al público le guste. Y cerró bocas. Es un pop diferente, con una voz dulce que garantiza las sonrisas. No llega a ser retro, pero los melómanos con años de experiencia se transportarán a viejas interpretaciones.

Que un músico de jazz saque un álbum triple suena a petulancia. Pero no, hubo con qué y The Epic hace honor a su nombre. Más si pensamos que vivimos en tiempos donde la gente ya no se toma el tiempo para escuchar discos completos. Kamasi Washington, sin embargo, entiende que los fans del género siempre buscan espacio para esos sonidos que no obedecen a los parámetros de la industria.

No me gusta cuando un intérprete o banda sigue sonando igual que en sus inicios. Me hace dudar de su capacidad evolutiva. Pero es muy diferente refritearse y permanecer en la zona de confort que brinda éxito y otra conservar la esencia. A Beach House le ha costado de pronto desmarcarse de sus anteriores logros y parecía que la llegada de Thank You Lucky Stars era el principio del fin al sacar un álbum seis meses después de otro de mediana factura. Pero no se trata de un disco de desperdicios, tampoco de lados b desperdigados sin sentidos. Es encantador y alentador. Los de Baltimore parecen decididos a buscar nuevo horizontes sin olvidarse de sus multicapas de sonido de siempre.

Las chicas Sleater-Kinney fueron parte de la escena underground de los 90 y después de 10 años sin publicar LP regresaron con el poderoso No Cities To Love. Es su disco menos estruendoso pero no por ello suave. Más o menos así suena el punk cuando se hace adulto.

Los Alabama Shakes sorprendieron al mundo con su fusión de blues y soul con rock. Esas raíces africanas que rememoran al más añejo y puro rock and roll siguen presentes en el Sound & Color. Hay más guitarrazos que para nada distorsionan la base presentada: un bajo hipnótico y una voz que evoca a los grandes alientos de antaño. Un disco que pide dedicación, tiempo con tu bebida favorita y humo para saborearlo a gusto.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.