Esos discos globales del 2023 que deberías escuchar

Comienza el recuento a lo mejor del año y este 2023 la calidad no se hizo esperar.

Estos son 5 de los discos de exponentes globales que dieron enorme muestra de calidad.

Lankum – False Lankum

Una gran oscuridad envuelve los sonidos tradicionales irlandeses que presenta la banda encabezada por los hermanos Lynch.

El tono fúnebre que domina en todo el discos nos acerca a una suerte de funeral en el que intentan rescatar los sonidos tradicionales pero con un tono menos amable.

Los dublineses logran un trabajo que se acerca de modo acústico al horror gótico sin conseguir importantes sobresaltos pero sí con un muy fino hilo existencialista.

Amaarae – Fountain Baby

Le pusieron bling bling al afrobeat y va que vuela para que el pop se fusile absolutamente todo lo que trae este ritmo. Que no nos sorprenda que las pistas de baile se inunden de modos tribales de nueva cuenta.

La ghanesa-estadounidense presume un derroche de creatividad en este disco en extremo ambicioso y que mezcla con vitalidad los sonidos tradicionales africanos con bailes sensuales y estribillos pegajosos.

Rock, hip hop, y ciertos sonidos que a ratos se salen de la línea experimental, muy discreta, sí, pero que refresca la música bailable en tiempos en los que el pop disco parece haberse estancado.

Mitski – The land is inhospitable so are we

Más oscura que antes, con una carga pesimista que incluso se escucha en sus cuerdas y arreglos, la nipo-estadounidense demuestra porque en los círculos independientes se ha convertido en la bandera de una generación.

Disco tras disco se renueva y esa transformación es la que ha logrado que esta mujer conecte con sus contemporáneos, atravesando diversas facetas. Y ahora, en ese mood de adulta joven nos ofrece un trabajo sobre la soledad.

Lo curioso es que al escucharla no parece que este espacio llamado Tierra sea tan inhabitable como dice la tapa del disco. Menos si tenemos estas expresiones de nostalgia que nos recuerdan que incluso en los momentos menos alegres hay belleza.

Altin Gün – Yol

Psicodelia ochentera, y con influencias turcas, no suele escucharse mucho de este lado del mundo. De hecho, tampoco es un subgénero que se cultive mucho, y los de Ámsterdam lo de un modo extraño, pero con alta dosis de enigma, y eso es lo que nos engancha a su tercer álbum de estudio.

Ya no se clavan tanto en la política como en sus anteriores trabajos. Quizás en un intento por ser más cercanos a otras audiencias ahora se han vuelto un tanto genéricos en lo lírico con canciones de afectos y desamor, pero es innegable que en cuanto a sonido siguen creciendo, logrando una combinación más que agradable de synth pop con armonías características del Asia Oriental.

Folclore y electrónica se mezclan a un nivel no convencional, así que no importa tanto -en esta ocasión- el rumbo que emprendieron en las letras, sino el salto evolutivo para destruir frontera sonoras.

Witch – Zango

El rock de Zambia está de vuelta ¡y de qué forma!

Casi 40 años pasaron para que este concepto, completamente alejado de todo lo que tenga que ver con brujería, reviviera con nuevos elementos, pero con la misma esencia de aquel entonces, llevando el llamado Zamrock por todos lados y conquistando oídos ajenos.

Melodías hipnóticas y percusiones con tremenda fuerza (como marca el legado africano) llena de brío a este trabajo que suenan caóticos y libres. Suena de verdad a una gran fiesta nocturna, a un reencuentro de amigos en medio de tanto por celebrar.