¿Qué emociones, sentimientos, dramas, interrogantes tiene la mujer hoy?
¿Cómo nos sentimos, cómo nos vemos al mirarnos frente al espejo? Qué es lo que mostramos al mundo, qué es lo que mostramos sólo a nosotras mismas, cómo es nuestro cuerpo desnudo.
En tu cuerpo palpita certera la vida. A diario este espacio en el que habitas encuentra la manera de expresar la emoción que lo acapara, en la tonalidad de tu piel, en la crispación de tus músculos: en la verdad de tu cuerpo desnudo. Con la desaparición de cualquier secreto (tu cuerpo desnudo no esconde ninguna de sus cicatrices), la historia de tu vida es narrada de esta manera, a través de tu piel, de tus formas esenciales, de los estados de ánimo que te habitan y que te van marcando, que te van transformando, que te irán resquebrajando o te irán fortaleciendo.
¿Cuáles son tus sueños?, ¿cuáles han sido tus derrotas?, ¿cuántas veces has llorado con todo tu ser, como si nunca fueras a parar?, ¿y cuántas reíste como si fueras a perder en cualquier momento la cordura?
¿Cómo ha sido el amor?
¿A dónde has querido de pronto huir?, ¿a dónde has anhelado llegar?, ¿cómo enfrentaste tus pérdidas?, ¿cómo abrazas la vida?
Tu cuerpo responde estas preguntas y construye tu historia a través de la textura de tu piel, de la cadencia de tu cadera, del arco de tu espalda, del olor que te va impregnando al transcurrir el día y por las noches el silencio que lo reestructura para que cada mañana despiertes y continúes tu historia.
Con esta historia fotográfica que hoy inicia, compartiremos relatos de piel y alma, desde la mirada de la mujer que se entrega a su naturaleza, pero también a través de los ojos del amante que la palpita.
*Fotos: Jema.
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