Bien dicen que “sin carbón no hay reyes magos”. No todo es rosa en la vida porque si no otra cosa sería de los seres humanos en este tiempo que nacemos, vivimos, deshacemos y morimos (así, como meme). Y para que ello quede claro Pixar volvió con toda la creatividad, ingenio, osadía y corazón que alguna vez le caracterizaron para darnos la que sin duda será la ganadora del premio Oscar a la mejor película animada del año por venir: Intensa-Mente -si no hay algún invento francés o asiático que diga lo contrario-.
Y es que desde hace varias producciones que Pixar no entregaba una historia tan completa, arriesgada y con ganas de salirse de la zona de confort. Porque ellos procuran siempre mover nuestras entrañas, cuestionar las mentes y satisfacer nuestras pupilas, pero nunca se había propuesto, hasta ahora, a tratar de decirnos por qué nos sucede eso.
Intensa-Mente se adentra en la cabeza de una niña de 11 años para mostrarnos las operaciones mentales que ocurren en ese órgano que manda sobre el cuerpo. Cada cerebro es un mundo y como tal, la complejidad de cada uno rebasa por mucho todo lo que la ciencia haya podido explicarnos hasta la fecha. Súmenle que se trata de las emociones y sentimientos de alguien próximo a enfrentar la pubertad. ¡Pum! Tenemos un equipo preparando una bomba molotov –cuando menos-.
Pixar suele hacer filmes familiares, algo que disfruten los de menor edad al igual que los que pintan canas –o se encuentran invadidos por ellas-, pero en este caso, los del estudio de la lamparita se diversifican para acercarse a un público con quien no eran tan próximos: los adolescentes.
Y no es que sus cintas no entretengan a los que adolecen de los conocimientos y experiencias que habrán de adquirir, pero aquí hay un claro –y existencialista- intento de darle a la tristeza y dolor su justo reconocimiento en el proceso de crecer que tiene cada ser humano.
Podremos ser taurinos o no, pero si en algo comulgamos con esos animales que salen a mostrar su bravura en determinadas circunstancias es que solemos crecernos ante el castigo. Cada quien enfrenta la tristeza de un modo diferente. Algunos hacen un drama de épicas proporciones, otros tantos solemos resignarnos y unos más eligen acumular rencores. ¿La forma ideal para afrontar lo que nos lastima? ¡No existe! Porque cada uno de nosotros decide a sabiendas de que el camino elegido encontrará su consecuencia.
Por eso Riley construye bases mentales dependiendo de lo que significa importante para ella a sus 11 años. Y también destruye dichos espacios desplazando o agregando a nuevos aspectos que cobren relevancia. Ahí es donde Alegría, Tristeza, Furia, Temor y Desagrado entran en acción para combinarse y en equipo lograr que la pronta señorita aprenda a manejar sus emociones y sacar provecho de ellas para un crecimiento personal.
Pero, si todo fuera tan fácil como decir: ¿para qué me enojo? No gano nada. O ¿el miedo para qué? Todos deberíamos ser valientes. Cada uno de estos personajes cumple una función y Pete Docter –la voz de mando detrás también de Monsters. S.A. y Up– lo explica de un modo amable, ligero, entretenido ¿y por qué no? Triste también.
Porque todo sucede por algo, somos una reacción en cadena. Nuestro interior se exterioriza y en el contacto con otros afectamos el entorno y a las demás personas. El efecto mariposa que se gesta desde los miedos, enojos, tragedias y/o algarabías de la mente.
Lo maravilloso es cómo Docter y su equipo de escritores lograron llevarnos por este paseo al interior del cerebro, interactuando con espacios como la memoria y el olvido. El personaje de Bing Bong es de antología, el héroe que no pide las marquesinas, es el tipo común capaz de acciones extraordinarias y no necesita superpoderes o traje de spandex para salvar el día.
El recorrido nunca pudo ser más luminoso. Si bien lo más importante del filme ocurre dentro de la cabeza de Riley, lo que vemos afuera, la vida trastocada de una chica quien debe reconstruirse por esos vericuetos de la vida, se recrea de un modo en donde es imposible separar la importancia de Tristeza para que las alegrías adquieran un sabor tan especial.
Una cosa es estar alegre, otra la felicidad y una más extrema el alborozo. Los de Pixar vuelven henchidos de gozo y lo plasman en la pantalla para una aventura que tiene algo que ofrecernos por fuera –visualmente- pero lo que nos deja dentro es un placer.
Inside Out (2015)
Director: Pete Docter.
Codirección: Ronaldo del Carmen.
Voces en idioma original: Amy Poheler, Phyllis Smith, Bill Hader, Lewis Black, Mindy Kaling, Richard Kind.
Guión: Josh Cooley, Pete Docter, Meg LeFauve.
Edición: Kevin Nolting.
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