En muchas partes del mundo el alma se considera como la esencia de cada ser vivo, algo intangible e invisible al ojo humano, pero que gracias a ella podemos ser diferentes uno del otro, volviendo única a cada persona, y apreciando la belleza interna que todos tenemos.
Dicha esencia se ve reflejada en el trabajo de Florent Serfati, X-Photographer de Fujifilm, quien a través de su versión única de una escena, y la suerte de aburrirse fácilmente, lo llevaron a buscar nuevos retos fotográficos, creando su propio lenguaje con el proyecto: “El arte de captar lo invisible, la fotografía infrarroja de Florent Serfati ”.
Con ayuda de la técnica infrarroja, Florent Serfati creó algo que va más allá de nuestra realidad visual al capturar lo visible e invisible de la luz; lidiando con una parte que el ojo humano no puede ver.
Desde hace un año modificó su cámara con “Kolari Vision“, una empresa estadounidense que lo apoyó para lograr el efecto infrarrojo que buscaba y obtener así una nueva libertad creativa.
Para conseguir los resultados que buscaba, cambió el filtro IR cut por uno claro, para que al retirar el filtro que está encima del sensor de su Fujifilm X-T2 , éste logrará captar muy bien la luz infrarroja.
Hasta ahora el proyecto lo ha realizado de manera continua capturando el alma de algunos lugares de Ciudad de México, París y Cozumel, pero también quiere retratar las capitales más importantes en el mundo con esta técnica, así como exponer su trabajo y hacer un libro.
Conoce más de su trabajo visitando https://serfatiphoto.com/ o síguelo más de cerca en sus redes sociales: Facebook e Instagram: @serfatiphoto y Twitter: @FlorentSerfati.
You may also like
-
Proyecto Granguiñol Psicotrónico celebrará su décimo aniversario con “Akelarre”
-
“Por temor a que cantemos libres” cerrará el año con funciones en el Teatro El Milagro
-
Valentina o la serenidad: el duelo durante la niñez
-
“Lu y Solito” vuelven a escena en el Foro Lucerna
-
La conversión del diablo, obra basada en el mito de la conquista espiritual de México, llega a la Sala Héctor Mendoza