La torre oscura: mundos y amalgamas bizarras

 

Por lo general, cuando una película es un desastre nada se salva, pero “La torre oscura” es de los pocos casos en donde los actores dan lo mejor de sí aunque estén inmersos en un mundo destinado a la destrucción. Y no nos referimos a la sinopsis de la película.

Si bien Stephen King es un escritor prolífico, sus obras no han significado nunca un valioso material literario, pero sí una fuente inagotable de entretenimiento. Algunos con resultados más notorios por la tensión y suspenso creados.

Cuando se propuso hacer un compilado de fantasía, western y ciencia ficción, no imaginó que necesitaría tanta tinta para crear la saga de donde sale la historia que vemos en “La torre oscura”. Y ese fue el prinicpal problema de quienes cometieron la osadía de adaptar los ocho volúmenes que la conforman: no saber ni por dónde empezar ni concluir.

Es el clásico ejemplo de un material destinado a los fans, quienes pueden entender todo lo que aparece en pantalla por la experiencia previa con la lectura, lo que no indica que les vaya a gustar lo que ven. Pero para quienes somos nuevos, que no hemos tenido contacto con la trama, se nos dispara tal cantidad de información sin sentido que acabamos por hartarnos y pedir que la película acabe.

Idris Elba (Roland Deschain) es lo más destacado de un producto que tiene muy pocas cosas que resaltar. Visualmente es como ver una mezcla “chafita” de “El señor de los anillos” con “Matrix” y un toque de los tiempos vaqueros de Clint Eastwood.

Hay varias adaptaciones de obras de King con resultados similares y el pecado es el mismo: un nulo intento por desarrollar una idea y mucho ahínco en demostrar que hay presupuesto para los efectos visuales.

Así, estamos llenos de secuencias de acción repetitivas, un guión que se cae a pedazos cuando intenta explicar los orígenes de los poderes de un niño con habilidades psíquicas, y el enfrentamiento entre un mago que pretende hacerse amigo de unos monstruos y el pistolero que intenta detenerlo.

Y para colmo, parece que el director Nikolaj Arcel tenía prisa por acabar el proyecto, pues todo ocurre tan rápido que para cuando nos damos cuenta no tenemos ni idea de lo qué pasó, pero peor aún, ni siquiera tenemos interés en averiguarlo.

Al final, es poco probable que un verdadero fan del universo más grande creado por King salga satisfecho de la sala de cine. Más allá de si conocen a fondo las aventuras en papel, lo presentado en pantalla es indescifrable y se aproxima más a la adivinanza que a la idea de acercar a los neófitos al mundo de “La torre oscura”.

De cualquier manera, funciona como un producto de enganche que al final lleve a la compra de más libros de la saga, y quizá por eso el mismo King dio su visto bueno a la película: porque ante un trabajo tan incoherente, quien realmente se interese por la historia tendrá que acudir a las novelas.

 

The Dark Tower (2017)

Director: Nikolaj Arcel.
Guión: Akiva Goldsman, Jeff Pinker, Anders Thomas Jensen, Nikolaj Arcel.
Reparto: Idris Elba, Matthew McConaughey, Tom Taylor.
Fotografía: Rasmus Videbaek.
Edición: Alan Edward Bell, Dan Zimmerman.

 

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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