NARCOS: Netflix crea la cultura del atasque

-Sin spoilers-

No es la primera serie “Latinoamericana” producida por y para Netflix, pero Narcos, tiene algo diferente, algo que nos llama de alguna manera, algo con lo que nos podemos relacionar, o, que tal vez hayamos vivido directa o indirectamente.

Narcos es la historia del mentado y rementado Pablo Escobar, rey de la cocaína en Colombia; situada en la Latinoamérica de los 80; algunos ya sabemos la historia, otros, la descubrirán con cada capítulo de la serie, la cual está narrada en la ya usada non-classic way of storytelling que hemos visto en otros recientes éxitos de series de “La nueva guardia” como Breaking Bad y OITNB entre otras.

En Narcos vemos un poco más de cerca quién era Pablo Escobar y la manera en que se veía a sí mismo: cómo interactuaba con su famila, sicarios, socios y hasta el gobierno colombiano.

La manera en que Narcos es presentada es interesante, emocionante y ciertamente exitosa. Netiflix está haciendo una campaña muy fuerte para promoverla. En mi opinión es el momento correcto, no es tan “temprano” como para herir suceptibilidades o recuerdos recientes, sino apela a la nostalgia que enmienda, que recuerda pero ya no duele tanto.

La primera temporada te toma por sorpresa, te absorbe pasados los primeros 20 minutos, para los sin control, debemos seguir viendo, no importa el desvelo, no importa nada, la cultura del atasque es ya algo con lo que los freaks hicimos nuestra paz hace mucho, la formula funciona y sucumbimos a la seducción de el Autoplay del siguiente capítulo: es inevitable, Netflix lo sabe.

Algunos glitches en la producción y también algunos tesoros escondidos: OBERYN MARTELL !!!! señores, Oberyn, les digo, (Pedro Pascal) como Agente Peña. Usar actores americanos “de raíces latinas” con español roto, imitando acento colombiano, tache. Lo mismo va para los mexicanos, algunos, lo logran y demuestran gran capacidad actoral, Siendo una historia adaptada,  hay mucha predictibilidad, y a veces obviedad, el que los guionistas usen la leyenda “Inspirada en hechos reales” da espacio a un poco de fantasía y bueno, se protegen un poco, se “curan en salud”, para no atacar tanto a la figura del gobierno de Estados Unidos.

Las locaciones y ambientación cuestionables, los efectos buenos, el casting MUY bueno, aunque a Pablo, (Wagner Mourase le nota el acento brasileiro, y lo vemos echarle ganas, lo logra y lleva muy bien el personaje.

En general, BUENA SERIE, que dejará huella y precedente. Ahora, a esperar quién-sabe-cuánto-tiempo para la temporada dos. Eso me pasa por avorazada. :/

Laura es Diseñadora gráfica, geek y web master, curiosa constante, Art Noveau fan y procrastina de manera profesional.

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