Paz para nosotros en nuestros sueños: la pesada existencia

“Paz para nosotros en nuestros sueños” es transitar por terrenos áridos, es una experiencia muy similar al dolor de convertirse en adulto y comprender que la felicidad no es un bien duradero y perseguirla como un estadio final es una necedad.

Tres personas pasan un fin de semana en una cabaña en el bosque, alejados de la modernidad y con la idea de que entre la naturaleza podrán expulsar a los demonios que les atormentan: un hombre viudo, su novia y su hija.

Y lo que suena a diversión en contextos optimistas se convierte en un choque de realidades, en un enfrentamiento contra uno mismo. En medio de los venados asustados por un grupo de cazadores que rondan el bosque, quienes lucen más espantados son los protagonistas, temerosos de entender su realidad.

El tono existencialista del filme del lituano Sarunas Bartas convierten a “Paz para nosotros en nuestros sueños” en un trabajo difícil de digerir si no se está en el ánimo para aguantar diálogos sustanciosos pero enmarcados en una atmósfera pesada. Claro, el cineasta quiso hacernos sentir lo difícil de este momento en el que entiendes que lo onírico es lo que da gran parte de sentido a la vida, pero exageró.

Pese a lo hostil del escenario y de la narrativa, la cinta tiene pasajes bellos: están por todos lados, son las circunstancias que viven los protagonistas lo que impide que lo noten. Entonces, una mariposa aparece para asombrar a una mujer y dibujar una sonrisa en su rostro, la complicidad entre jóvenes brinda emoción y frescura a cada uno de ellos, entre otros momentos, breves, opacados por una atmosfera asfixiante.

Lo de Bartas es una idea hermosa. Es así porque no hay mejor modo de hacernos entender que hay un mundo lleno de vida ahí afuera pero cuando el desamparo se apodera de nosotros es difícil darnos cuenta que hay mucho por disfrutar.

La ejecución es lo que no permite que lo presentado conecte con la gran audiencia, porque se manejan dos ritmos que dividen de modo evidente a la película: una primera parte en donde nada pasa y la desesperación llega, mientras que la segunda corre más ágil pero para ese entonces es poco lo que queremos saber de “Paz para nosotros…”.

Es un filme incómodo porque con pocos elementos Bartas pone en pantalla lo frágil de nuestra existencia, el modo en que hoy estamos frente a un goce infinito y al darnos la vuelta todo se disuelve por la simple razón de que de eso se trata vivir. En ese sentido, es un poderoso análisis de lo efímero que no encontrará eco en todas las mentes.

No podemos culpar al cineasta por querer hacer con su filme un retrato fiel de lo que es la vida, esa en donde a veces no pasa nada por días -aunque en realidad pasa todo- y una comida, un olor, una lluvia, una sorpresa, se convierte en un punto de partida o un final.

El filme forma parte del 36 Foro Internacional de la Cineteca Nacional.

Fotos: Cineteca Nacional

Ramybe musu sapnuose (2015)

Dirección y guión: Sarunas Bartas.
Protagonistas: Ina Marija Bartaité, Lora Kmieliauskaite, Klavdiya Korshunova.
Edición: Gintare Sokelyte.
Fotografía: Eitvydas Doskus.

Texto publicado en Azteca Noticias.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.