Ponle play: discos nuevos de Arctic Monkeys, Kikagaku Moyo y Natalia Lafourcade

Ponle play

Arctic Monkeys – The Car

La banda de Sheffield sigue la misma senda trazada en su disco anterior en lo que representa una nueva era o una definición funk de su sonido más maduro y menos ruidoso.

La dirección que ha tomado la agrupación es monstruosa, elegante, han crecido en sonoridad con sonidos orquestales y un uso mínimo de sus instrumentos característicos, dotando de teatralidad su reparto y dando muestra de una evolución singular.

Quienes piensan que los “monos” se han perdido es porque aún creen inocentemente que los músicos deben seguir haciendo siempre lo mismo. The Car es el modo en el que pisan el acelerador para darle mayor contundencia a ese camino que han elegido.

Kikagaku Moyo – Kumoyo Island

Los rockeros japoneses no quisieron hacerla cansada en su quinto álbum de estudio y ofrecen un trabajo mucho más conciso y creativo.

Muy en el ánimo de otras agrupaciones, decidieron crear una especie de lenguaje propio con monosílabos para hacer sus temas más universales y coreables, mientras desarrollan una suerte de jazz que comulga perfecto con sus ánimos de experimentación.

Anunciaron que harían una pausa al proyecto y la despedida es por igual sentida como un resumen breve de lo que fue su intento por mostrar la psicodelia japonesa.

Natalia Lafourcade – De todas las flores

Ya con anterioridad ha entregado álbumes conceptuales, pero ninguno tan dulce y cálido como “estas flores”. Sí, la mexicana lo volvió a hacer, pero ahora con mayor aplomo y con una historia circular que encanta.

Es un trabajo sobre el amor que le canta al oído precisamente al mismo Eros para que abandone sus arrebatos y muestra sus diversas caras. Mientras que la primera mitad es como un duelo, la segunda es un canto a la vida, y en los dos momentos existe un fuerte anhelo de enamorar al amor.

El viaje es memorable, sentido y contenido. Danza como el viento entre sonoridades suaves para guiarnos por este recorrido de quien orgullosa quiere que conozcamos todas las flores de su jardín, es decir, sus más coloridos y maravillosos cantos.