Imagen: SF Weekly.

Ponle play: discos nuevos de Beirut, Balthazar y The Dandy Warhols

Ponle play

Beirut

Aunque vuelve a los modos que pusieron los reflectores sobre él en aquel lejano debut en 2006, hay demasiado ornato en el retorno de Zach Condon, tanto, que algunos temas se antojan innecesarios.

La intención de transportarnos a sitios desconocidos con instrumentos poco habituales se queda corta, pues alarga sin mucho sentido las piezas en una colección de momentos que parecen una prueba de sonido, más que ganas de estimular nuestra imaginación.

Sin embargo, tras varios intentos mal logrados, esta vuelta a lo “básico” presume mejor factura que sus trabajos anteriores.

Balthazar

La banda belga se muestra audaz y decidida a expandir sus horizontes con una mezcla de soul y rock que goza de una base muy firme, pero que no quiere sonar a lo mismo.

Del electro pop de los 90 hasta a un bluseo disimulado, enseñan que son más versátiles de lo que aparentan y es probable que estemos ante el principio de una transformación que traerá mejores cosas en un futuro cercano.

The Dandy Warhols

Se alarga la malaria. Aunque siguen siendo igual de eléctricos que hace más de 20 años cuando irrumpieron en la escena, la realidad es que aún no logran dar con un sonido que sea igual de diferente como contundente.

Sin orden ni dinamismo, lo que aquí aparece es precisamente como una obra de Andy Warhol: sólo forzando mucho los significados podrás encontrar cohesión o sentido a su obra.

Han sido muchos discos de experimentos. Quizás sea momento de apegarse a lo que mejor les sale y evitar el salto al vacío sin protección. Aunque, por otra parte, en una de esas por fin aparece el tono definitivo que persiguen.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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