Ponle play: discos nuevos de Big Thief, Red Hot Chilli Peppers y Arcade Fire

Ponle play

Big Thief – Dragon New Warm Mountain I Belive in You

Sí, es folk, pero el más reciente LP de los de Brooklyn es tan grande que se da oportunidad incluso de “tripear”, hacer country o acercarse a un pop delicado.

Metáforas y simbolismos inundan este trabajo que desde su título nos anuncia la intención de la banda por sumergirnos en un universo fantástico aderezado con los sonidos que “parieron” a la música pop.

Es extraño que pensemos en el recorrido campirano, bucólico, con un mundo de ensueño, pero también, seamos honestos, ante la vida convulsionada de ahora esas anécdotas no están al alcance de la mano y el bolsillo todos los fines de semana. Por eso, el cuarteto nos invita a dar una vuelta por la pradera para disfrutar de la hierba, los amores, la ilusión y otros tantos recuerdos de un mundo menos complejo.

Red Hot Chilli Peppers – Unlimited Love

Igual el comentario sonará extraño pero ¡qué rico están jazzeando los Peppers en su retorno! No es que no lo hayan hecho antes, pero estos ánimos de ponerse funky permean en todo el nuevo álbum, en el que hacen una suerte de recorrido de las diferentes facetas de la banda a casi 40 años de su conformación.

Tal vez podamos culparlos de no ir más allá de las capacidades que les conocemos, pero la gran realidad es que no hace falta porque es la impronta de una banda a la que se le da rapear, centrarse en el bajo y caricaturizar ciertos momentos para disfrazar un mensaje. Y ese sello es el que se permiten explotar una vez más con enorme madurez.

Es de una enorme alegría que no haya construido ni un sólo tema para satisfacer a las estaciones de radio, los convencionalismos pop o con ánimos de presumirse de experimentales: se trata del grato reencuentro de amigos que decidieron “jamear” como en sus inicios y les salió muy bien.

Arcade Fire – We

Necesitamos discos “lindos” en estos tiempo. Los canadienses lo saben y vuelven con un disco pomposo que en sus intenciones nos recuerda al más vago U2, pero en sonido se preocupan porque podamos corear con enorme positivismo estas canciones albergando esperanzas de mejores presentes.

Electro pop y rock stadium se unen, de nuevo, para presentarnos el remedio de la banda en tiempos de ansiedad. Es notorio que sus tiempos de incertidumbres existenciales más crudas han quedado atrás para centrarse en lo que está dañando a la colectividad.

Hay chispitas de ese antiguo Arcade Fire, ese fiero que quería descubrirnos un entorno complejo y sombrío. Persisten los temas sociales, sobre la familia, las dudas personales, pero con otro cariz, visto de otra forma, ya no como esos chicos que querían ser aceptados pese a todo y contra todos, sino ahora como adultos, preocupados al ver que “nosotros” (we) es un término actualmente difícil de entender y mucho más complicado de asimilar.