Ponle play: discos nuevos de Breaking Benjamin, Superchunk y The Fratellis

Ponle play

Breaking Benjamin

No sólo volvieron más ruidososo, sino más oscuros. Con altas dosis de dramatismo aderezan sus letras mortificantes con riffs poderosos que no son suficientes para hacer de su sexto disco de estudio un trabajo para el amplio público. Son piezas diseñadas para los fanáticos.

Sólido y con los momentos más “duros” de su catálogo, su producción rebasa lo presentado anteriormente y sin power hits para abanderar una placa cohesionada con detalle.

Superchunk

Canciones veloces y pegajosas es lo que trae el LP 11 de los de Carolina del Norte, más famosos por su sello discográfico que ha arrojado al mundo chuladas como el “Funeral” de Arcade Fire.

Es un trabajo que se queja del mundo sin tomarse muy en serio la protesta, al típico estilo adolescente, lo que dejar ver la alta dosis de sarcasmo pues hablamos de una agrupación que suena a un grupo de adolescentes intentando hacer relajo cuando en realidad se trata de una banda que se desmarcó de la escena grunge de los 90.

No hay un intento de obligarnos a pensar como ellos, sino simplemente mostrarnos su visión, una muy sutil y llena de espanto.

The Fratellis

La punzante “Chelsea Dagger” fue tan filosa que ha sido una especie de maldición para la banda y para su vuelta han optado por evitar los hits y unificar piezas y sonidos.

Lo simpático, es que han rescatado la esencia de ese disco debut para un álbum con muchos momentos bailables y alegrías confusas, pues ante lo que se canta no queda más que preguntarse ¿están contentos o tristes? Sus ritmos dicen que tienen la fiesta por dentro, aunque quizás sólo sea para disimular la pena.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.