Gordi
Las melodías que presenta le vienen bien a tanta melancolía, pero no es un álbum que impacte. Aún así, es un trabajo introspectivo honesto, que encaja bien en ese híbrido que han dado por llamar folktrónica, muy a lo Bon Iver.
Hay una orquestación muy linda detrás de cada track, que va llevando con calma nuestro recorrido la historia que nos cuenta la australiana.
Ariel Pink
Para Rosenberg, las excentricidades son necesarias, de lo contrario no habría razón para hacer música. Por eso este álbum donde narra de forma bizarra lo que entiende como la existencia del músico de protesta Bobby Jameson está lleno de momentos afortunados y deslucidos por igual.
No es una pieza fácil de digerir, aunque tiene momentos comerciales muy plácidos. Pero, es probablemente su disco más accesible, pradójicamente, aunque sigue sin tomar la bandera de ningún género, y eso es genial.
Briana Marela
Lindo intento al tratar de sonar al synth pop de ayer, pero es un recurso que ya había usado antes. Más allá de una cuestión de estilo, parece una repetición, aunque no desagrada en lo más mínimo, porque da tanta preponderancia a su capacidad vocal que los primeros tracks son sumamente placenteros.
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