Ponle play: discos nuevos de Bush, JuanJuan y El Shirota

Ponle play

Bush – The Kingdom

El golpe de nostalgia no es suficiente para mostrarnos una evolución en los propósitos de una agrupación que se desdibujó pasados los 90.

Que traigan un mood más metalero y con guitarras mucho más poderosas que antes no funcionan mas que para disfrazar que “el reino” pretendido por su líder Gavin Rossdale suena muy bien pero tiene poca sustancia.

El retorno mediano del grunge se agradece pero no tiene una amable comunión con la modernidad. Si pensamos en el disco como una máquina del tiempo, funciona de maravilla, pero para plantearnos el mundo de hoy el álbum se encuentra “fuera de ritmo”.

Si la idea es darle a esas pintitas de electrónica que se escuchan por ahí mayor peso y el letrista se centra en darle un nuevo enfoque a su entendimiento de la vida de hoy, cosas buenas podrían llegar para los formados en Londres. Si no, están condenados a sonar siempre como “música del recuerdo”.

JuanJuan – No Tengo Un Ejército Pero Tengo Calcetines

Que el nombre del disco sea un chiste no significa que su contenido lo sea, mucho menos que el chileno nos vaya a contar broma tras broma en esta nueva muestra de que el país andino está aprovechando lo mejor de la evolución musical latinoamericana.

Estamos ante un disco honesto, frente a un autor que quiere contarnos sobre él y parte de un título irónico para hacer un ejercicio de introspección en el que nos involucra de un modo natural.

Su debut como solista tiene esa esencia del rock de los 90 que no podíamos catalogar, que simplemente quería sincerarse con los escuchas al momento de contar una historia. El eclectismo domina este trabajo que como hilo conductor tiene a un novel juglar que quiere platicarnos sus carencias, pero también de sus virtudes. Sobre todo estas últimas. Porque siempre será más importante lo que tenemos y no lo que nos falta.

El Shirota – Tiempos Raros

El noise en su máxima expresión. Con pasión, con fuerza. Aquí es cuando nos damos cuenta que los sonidos que marcaron algunas décadas no han muerto, simplemente hay que adaptarlos a las experiencias de hoy para comprobar su vigencia y que pueden encantar a quienes no tuvieron la fortuna de dar con ellas en su momento.

El cuarteto del Estado de México nos comprueban con hechos -canciones- que muchas veces importan más los ritmos, la cadencia, el armado de un tema por encima de las letras o lo que se pueda decir. Porque en la ejecución se establece el vínculo con los escuchas. No quiere decir que los coros no importen, pero son el complemento. Para esta banda la atmósfera que construyen a partir de un aparente ruido es el discurso.

No hay mejor manera de explicar estos “tiempos raros” que con un golpe de sonidos, en apariencia inconexos, que nos piden atención para darnos cuenta de que el caos no llegó solo.