Imagen: Revista Marvin.

Ponle play: discos nuevos de Café Tacvba, Mon Laferte y Tokio Hotel

 

Café Tacvba

Parecerá raro, pero creo es lo más significativo del nuevo disco de los tacubos: no tienen ni un sólo hit radial. Y eso nos encanta. Porque para que un disco sea experimental no tiene que sonar extraño o representar un rompecabezas indescifrable.

Se atreven a conjuntar ritmos y géneros en una sola placa sin que parezcan retazos de añejas producciones.

No hay cohesión, es cierto. Y muy probablemente esa sea la gran piedra para que quienes los odian señalen que el rumbo se perdió desde hace mucho o que nunca o hubo.

Los fans pueden estar contentos con el trabajo más sólido de los de Satélite en muchos años. Pero sabemos que pueden ser más que esto. Aún así, es altamente disfrutable.

 

Mon Laferte

Otra que mezcló géneros con el afán de sonar a “viejo” es la chilena, que sigue cantándole al amor y desamor de modo sistemático.

Sabemos que los temas de siempre permanecerán hasta el final de la humanidad porque no son comunes: los desencuentros amorosos son parte de nosotros y Laferte se aferra a cantarlos con la excusa de ser muy pasional.

Se ha convertido en la potente voz que abandera el canto sentido de las nuevas generaciones y da continuidad a esa imagen en un disco con chispazos de otros ritmos, pero que en esencia sigue siendo pop que sirve para crear atmósferas en las nuevas cantinas, llenas de artificio y muy, pero muy lejanas a los salones de años atrás.

 

Tokio Hotel

Otros que le entran a los sintetizadores tan propios de los 80. Sólo que le dejaron los guitarrazos para hacer su discos más placentero hasta ahora. Eso no quiere decir que merezca cinco estrellas, pero ya sin las exigencias de la industria, deseosa de repetir lo que funciona hasta agotarlo, se divierten y se nota.

Podríamos decir que se trata de madurez. Igual no es eso. Simplemente buscar un camino diferente para no seguir con los mismos discursos musicales que cuando tenían menos de 20 años.

A los alemanes les va a costar la reinvención, pero bandas estancadas ya hay muchas. Éste es un buen punto de partida.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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