Ponle play: discos nuevos de Charly García, Wyclef Jean y Anupam Roy

Anupam Roy

Existe de este lado del orbe la idea de que lo llamado “música del mundo” debe forzosamente que incluir tonalidades exóticas y sonidos desconocidos para nosotros. El oriundo de Calcuta sabe que eso es un cliché y, si bien ocupa instrumentos que no nos son tan familiares para su nuevo EP, los ritmos son súper populares, como las baladas, y se permite jugar con ello para ofrecer desde la introducción enigmática hasta el rock de guitarrazos más convencional.

Wyclef Jean

Un claro intento por rejuvenecer en un espacio que le cuesta más que la producción, porque es indudable que es una leyenda del hip hop cuando se trata de estar detrás del que canta. Por eso se hace de ritmos variados para ir contando lo que ha pasado en este tiempo que no se encarga de sostener el micrófono. Igual menciona a Madonna que reflexiona sobre el actual presidente de Estados Unidos mientras brinca de la mezcla de ciertos géneros a otros.

Definitivamente no es su mejor placa, pero sí una con todas las modalidades de Jean que se puede permitir.

Charly García

Un tipo con las credenciales del argentino puede permitirse hacer lo que le venga en gana.

Uno pensaría que tras tanta gloria lo propio sería un recuento de vivencias, pero no, a Charly le gusta reinventarse. Sí hay una suerte de repaso por lo más emblemático de su carrera en cuestión de ritmos, pero es un trabajo en donde se ha dado el lujo de alejarse de lo que le ha generado reconocimiento.

El resultado: un álbum bárbaro, lúdico, aunque no tan picarón, como suele ser. Pero no importa. Aquí hay un artista dejando su zona de confort para seguir haciendo lo que le apasiona, pero con otros modos.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.