Ponle play: discos nuevos de Dirty Projectors, Real Estate y La Chica

Ponle play: discos nuevos de Dirty Projectors, Real Estate y La Chica

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La Chica – La Loba

Como una loba herida que deja escuchar su aullido, así Sophie Fustec llega armada simplemente con un piano para darle forma a tanto dolor, tanto por las pérdidas personales como por el escenario mundial en el que ser mujer, a ratos, parece una maldición.

El disco es una declaración feminista no monotemática. Sería muy simple decir que las mujeres son esto o aquello, sin pensar en todos los colores que dibujan sus estados de ánimo. Precisamente así es el álbum, con una coloratura impactante y una fiereza que encanta a cada nota.

Dirty Projectors – 5EPs

El compendio de pedacitos pop muestra el lado más luminoso y conjuntado del proyecto de Dave Longstreth, quien aquí sí puede presumir que más es mejor, pues se nota que los nuevos integrantes suman en vez de ser simples comparsas.

De la bossanova a lo instrumental experimental, la colección de los de Brooklyn logra agradables emociones y deja para otro momento los episodios de reflexión clavada. Aquí se trata de escuchar el lado más amable y directo de una banda que está a nada de cumplir 20 años haciendo música.

Real Estate – Half a Human

Los de New Jersey siempre han apostado por el desestrés. Ya sea con su lado más surf o con punteos de guitarra melancólicos, la esencia de la banda se centra en dejar de lado grandes conflictos para pasar un buen rato.

Ahora, más clavados en el llamado dream pop, el quinteto le apuesta a estructuras melódicas mucho más complejas, aunque con el paso de los minutos el experimento se escuche repetitivo.

Esto último no significa que vaya a aburrirnos, simplemente que han optado por un camino de exploración en el que no se escuchan tan versátiles, pero sin con enormes ánimos de hacer algo más que lo que les conocemos.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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