Ponle play
Durand Jones & The Indications – Private Space
Qué mejor manera que “pedir” por mejores tiempos para cuando todo el tema Covid-19 termine que con un poco de soul. El álbum explora la necesidad de contar con espacios privados, no sólo en lo físico, sino también en lo emocional.
Es edificante encontrar que esta exploración de la necesidad de amor y amistad esté vinculado a un género que normalmente está relacionado a la sensualidad y el romanticismo, pues en estos tiempos de encierros y reconfinamientos el espacio exterior se convierte en un ideal, mismo que abordan los estadounidenses con un R&B igual de bailable como coqueto.
Esa no es la única agradable contradicción el álbum, pues el sexteto consigue mostrar una cara moderna del soul pero partiendo de sus bases, por lo que algunas piezas se centran en la parte clásica del R&B, pero con sutiles momentos que nos indican que la banda quiere llevarlo a otra dirección.
Floating Points – Promises
Suena extraño, pero el experimento vale muchísimo la pena. Porque mezclar electrónica con jazz ya se ha escuchado antes, pero ahora suena más libre y etéreo que nunca en comunión con una orquesta que le da un toque casi religioso a la propuesta que una a Sam Shepherd, Pharoah Sanders y a La Orquesta Sinfónica de Londres.
Definirlo es imposible. Es más, ni siquiera tiene sentido, porque se trata de una experiencia melódica sensorial que juega con el concepto de promesa, razón por la que sus primeros movimientos suenan a un destino que parece muy lejano, para después hacernos sentir que nunca llegará.
Es entonces cuando los saxofones dolientes nos guían hasta un punto de intriga que se oye feroz y como desconsuelo, para concluir con un aura de liberación que convierte este ejercicio de combinación de armonía con texturas en un grato viaje.
Marta Movidas – Os castigaré
Reproches clásicos de la vida moderna conforman este pop que se regodea en los excesos para comulgar con la exageración propia de estos tiempos y de las nuevas generaciones.
Tal barroquismo permite que el primer LP de la española tenga por igual rock matemático, así como sonidos característicos del anime y hasta elementos de música clásica.
Lo valioso es el modo desparpajado en el que le canta a temas que usualmente se exploran desde una perspectiva romántica o de dolor. Esta mujer no pierde el tiempo en sensiblerías: es versátil e irreverente, por lo que consigue dotar de seriedad sus composiciones y al mismo tiempo burlarse de ese mismo exceso expuesto en el armado de las canciones.
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