Ponle play: discos nuevos de Foster the People, James Vincent McMorrow y Mentira Mentira

Mentira Mentira

Hay menos guitarrazos que en sus EPs anteriores pero no hacen falta, porque tienen dominio completo de lo que buscan como músicos, eso que dicen es, en tono de guasa, “punk ambient alternative rock”.

Las introducciones enigmáticas son muy atractivas y un efectivo gancho para esperar por golpe de sonido, que a veces no llega y deja con ganas de más, pero cuando lo hace resulta grato, aunque definitivamente no es un disco para oídos convencionales.

James Vincent McMorrow

Tras cosechar aplausos, el irlandés se pone reflexivo y presenta experiencia bastante completa en sonido, imagen y emociones. Piezas íntimas que en todo este tiempo hizo un repaso a conciencia de lo vivido para sentarse a escribir.

No en balde es el consentido de los que adoran el pop melancólico.

Foster the People

Quienes esperan un nuevo “Pumped up kicks” se van a llevar un enorme chasco, porque los californianos no arrojaron temas estelares, sino muchos sintetizadores ochenteros que persiguen la composición detallada y no el estribillo fácil.

Por eso hay algunas canciones que bien valen la pena y otras que parecen material de relleno, pero ninguna trae ese trabajo simplón de preocuparse más por los “coros” sin importar cómo llegamos a ese momento.

Está claro que cuando tratan de llevar su electropop a un nivel experimental fracasan, lo que no significa que deban tomar la ruta sencilla, por el contrario, en esta tercera placa se les notan las ganas de moldear con su propio sello esa habilidad para crear éxitos.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.