Ponle play: discos nuevos de Maia Friedman, Kavinsky y Soul Glo

Ponle play

Maia Friedman – Under the New Light

La integrante de Dirty Projectors lanza su primer disco debut enmedio de atmósferas íntimas y pianos que nos invitan a sumergirnos en las experiencias de la intérprete.

Se trata de un álbum pletórico de espiritualidad que no intenta ser cursi y que logra llevarnos a ese punto de tranquilidad que pide la cantante con la combinación de voz y piano, aunque en determinado momento tanta calma llega a ser excesiva.

Entre el folk melódico y el llamado pop alternativo, la multi instrumentalista nos explica en este trabajo porqué considera que la música es capaz de curar almas, pero no lo hace simplemente con su voz, sino también con las melodías, por mucho lo más hermoso de este trabajo.

Kavinsky – Reborn

El francés Vincent Belorgey nos vende un renacimiento pero la realidad es que simplemente se acerca a uno al retomar esos elementos espaciales que le hicieron ganar notoriedad en la escena, sobre todo por su habilidad para crear temas verdaderamente cinematográficos.

El gran “pero” de este retorno es que el autor se repite hacia la segunda mitad del disco en lo que parece una carencia de ideas melódicas o una forma poco creativa de darle forma a su discurso.

Pese a la primera mitad y el grandioso cierre, el retorno nos deja con ganas de más. Es un injusto compararlo con el grandioso “Nightcall”, pero precisamente por eso sabemos que es capaz de trabajos más elaborados y concisos.

Soul Glo – Diaspora Problems

El punk negro del cuarteo de Filadelfia invita, una vez más, a la unión social para resolver los problemas que los gobiernos no han podido (o no han querido) enfrentar.

Pero no todo son lamentos y gritos de ira, existe esta burla evidente que acompaña a las potentes piezas para demostrarnos que sus exigencias también por otro sentido: continúan siendo extremas pero también se basan en el absurdo, quizás para que el llamado a la acción no sea mal interpretado como una invitación a la violencia.

No es un disco simple. De hecho, ni siquiera los más entusiastas del hard core podrán asimilarlo de un sólo golpe. Y fue diseñado así precisamente, para prestarle atención y descubrir matices en cada nueva escucha, como quien debe madurar procesos e ideas en la cabeza antes de pensar en iniciar una revuelta.