Ponle play: discos nuevos de Moderat, Sondre Lerche y Billy Woods

Ponle play

Moderat – More D4TA

El trío propone un escape al aislamiento, los problemas ocasionados por la pandemia y el exceso de información falsa al que estamos expuestos. La música es ese vehículo para huir, aunque no escuchamos en este cuarto LP de la banda algo diferente a lo antes presentado para dicho fin.

Su techno alemán oscuro es relajante, pero demasiado por momentos, evitando las sorpresas o algún estallido de emotividad, en un entorno más chill out y con una urgencia por la experimentación, con lo que se mantienen fieles a lo que motivó a la aparición de este proyecto desde el principio.

Aunque no es el trabajo más atractivo de su discografía, es un agradable modo de sacarse la espina e invitar a los oyentes a despojarse de malas vibras para evitar que tanta “data” no nuble el juicio.

Sondre Lerche – Avatars of Love

El noruego ha dejado desbordar su creatividad desde su divorcio y tras una trilogía de discos llega ahora con un derroche de versatilidad, con temas que van desde la bossanova hasta el folk y se permite crecer en sonoridad al hacer uso de una instrumentalización más robusta.

Claro que hay pistas que parecen sobrar, pero es notorio que quiere retarse y logra su objetivo, como quien decide explorar sus alcances y encuentra nuevos “juguetes” para armar diferentes historias.

Es un trabajo muy libre y variopinto, pero sobre todo honesto: no existe la intención de presumir alcances, sino de hacernos partícipes de sus ganas de hacer más.

Billy Woods – Aethiopes

Se trata de un disco denso, lleno de ideas y debates sobre la forma en que se ha construido la imagen colectiva de los negros en el mundo.

Usando aquella añeja forma como Europa señaló a los africanos (Etíopes), el rapero neoyorkino ofrece una visión dura sobre un grupo señalado y vejado desde siempre, y para darle más sentido a las agresiones sufridas por los negros, Billy no crea melodías, sino que se sirve de fragmentos constantemente atrabancados de sonidos, a veces discordantes y en otros momentos inquietantes.

Hay minutos en donde suena algún instrumento en solitario, ópaco, como un lamento. Esa forma en la que el rapero nos presenta a una raza en soledad, como aislados del mundo, en conjunto con las letras pesadas de este trabajo, crean una combinación dolorosa.