Imagen: The Spaces.

Ponle play: discos nuevos de Perro, Nils Frahm y Flasher

Ponle play

 

Perro

¿Puede haber algo más confuso que post punk tropical cargado de sintetizadores? Y sin embargo, los de Murcia ofrecen una combinación divertida, que no abandona el camino experimental pero que encuentra su lado más accesible para los grandes públicos. Y encontrar ese balance es un gran mérito.

Se trata de un disco fresco y lleno de colores amables que nos enfrentan a realidades de ensueño con rasgueos sexis que le dan un aire de mucha modernidad, pese a que en estructura están muy apegados al krautrock de vieja escuela.

 

Nils Frahm

El experimento del alemán ahora se centra en los instrumentos, con los que ofrece sonidos extraños pero que logran conjugar con tino para ofrecernos melodías relajantes y llenas de misterio. Porque sin crear atmósferas perturbadoras, los oídos nos dan la idea de que enfrentamos lo desconocido aunque el entorno sea natural.

El nombre que da título al nuevo disco del germano no pudo ser más atinado, porque estamos ante un proyecto al que no le importa de dónde proviene el sonido, sino que exista la creatividad necesaria para presentar una estructura que evoque, remita y enamore. Y lo consigue con enorme prestancia y versatilidad.

 

Flasher

Aunque por momentos la ambiguedad parece ser el discurso principal, las mezcla de influencias logra que el grupo de D.C. arroje un power pop en desmedidas proporciones, lo que ocasiona la grata sensación de estar ante jóvenes dispuestos a entregar sus más fieles creencias envueltas en un punk suavecito donde no importa tanto el estruendo como la falsa idea de engaño.

El espíritu underground no se pierde pese a la capa de música popular que domina la mayoría de los temas. En este debut en largo aplica bien eso de que “el diablo está en los detalles”.

 

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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