Imagen: El Occidental

Ponle play: discos nuevos de San Pascualito Rey, Black Lips y Poolside

Ponle play

Poolside

Afrobeat y percusiones caribeñas. No es un compendio de influencias lo que motivó a esta banda de Los Ángeles a centrarse en estos ritmos, sino un modo diferente de aproximarse a esta ola de nostalgia que invade todas las artes.

Así, la movida disco se va más atrás en el tiempo para recordar aquellos días en que los sonidos latinos dominaron las discotecas y salones de baile.

Es por eso que no hay guitarras, sino bajos que rememoran los hoyos funky, un intento por redescubir la música disco de los 70 en donde no había diferencia entre el baile candente de los afroamericanos o los ritmos al modo de una fiebre festiva sabatina.

Black Lips

Estamos acostumbrados a que dejen caer sobre nuestros oídos toda la carga sureña de una banda que hoy podría sonar a novedad en oídos inexpertos, pero para los conocedores este retorno sabe a rareza.

Aunque todavía se escuchan esos tonos de punk y garage, el nuevo disco de los de Georgia suena al country que ahora está de moda, con fusiones que lo modernizan. La diferencia aquí es que estos rockeros se han adentrado en otros géneros para darle un toque especial y lo consiguen de nuevo en este largo.

Este disco es la banda sonora que necesitas si te consideras un vaquero barbón que bebe cantidades industriales de cereveza. Es un trabajo áspero que comprende a cabalidad lo que distingue al country y “blusean” con tantas ganas que hay más poder aquí que en cualquier otro tipo de metal prefabricado.

San Pascualito Rey

Pascual Reyes y compañía no se dejan llevar por las modas. Podrán variar de ritmos y de género, pero nunca de estilo. Ese rock rancherote que les dio a conocer aparece más depurado y fino que nunca, pues no escatiman en rasgarse las vestiduras para cantarle al desamor con todo el sello de la casa.

Lo más gratificante es la fuerza que imprimen a este nuevo puñado de composiciones, se dan tiempo para darle a cada miembro la oportunidad de lucir en un trabajo al que le viene como anillo al dedo el nombre: es un aplauso de pie para aquellas almas necias que no piensan darse por vencido.

Es un disco lleno de dramatismo que debe escucharse en la intimidad, con el fin de apreciar esos detalles sonoros que a veces sólo se desnudan con unos buenos audífonos.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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