Ponle play: discos nuevos de Snow Patrol, Shawn Mendes y Quiero Club

Ponle play

Snow Patrol

Su álbum más personal resulta el menos efectivo de todos. Tras 7 años de ausencia, los de Irlanda parecen haber perdido la brújula por completo, pues música y letras no combinan en nada, ofreciendo momentos de gran ingenuidad, pues entendemos que las experiencias que dieron pie a lo lírico fueron duras, pero no nos lo transmiten.

Queda claro que el mensaje es el control, no perder la cabeza cuando parece que no hay salida, pero no se escucha. Nos lo cuentan, pero no lo oímos.

Se trata de un disco que conectará con los fans -y hasta eso es dudoso- pero no podrá llegarle al corazón a nadie más.

Shawn Mendes

La fórmula se le agota al de Toronto . Los hits no pararán, tiene muy medido el formato para construirlos, tan es así que los músicos invitados -como Khalid- garantizan bombas mediáticas desde los primeros acordes, pero este tercer disco de estudio nos entrega a un intérprete que suena igual a los otros que emprenden estilos similares.

Al rato, no habrá modo de diferenciarlos.

Pese a la madurez que ahora demuestra, parece haberse estancado en su zona de comfort, con piezas que son muy pegajosas pero que no significan una evolución.

Quiero Club

Los regiomontanos ya están fuera del rango de la “chaviza” y precisamente por eso ofrecen su álbum más maduro, con teclados poderosos y un tratamiento electrónico en donde exhiben su gran versatilidad.

Nunca han sido una máquina de éxitos, lo suyo ha sido colocarse como referentes de una escena cuya característica es hacer lo que se les pegue en gana en busca de algo que les identifique. Aprovecharon en su momento esa “oportunidad de oro” y son lo más significativo que tiene la música independiente mexicana, pues su pop retro ha avanzado al futurismo, ofreciendo siempre piezas agradables.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.