Ponle play: discos nuevos de Sotomayor, Nine Inch Nails y Lana del Rey

Sotomayor

El dúo se arriesga a jugar con sonidos no mezclados antes, consiguiendo temas raros pero muy adecuados para la pista de baile.

Definitivamente estructuraron el álbum de modo que sus presentaciones no sólo sean poderosas, sino también una tremenda fiesta.

Aún así, siguen siendo exponentes discretos de la escena electrónica mexicana. Necesitan poder, sin duda, pero el estilo está muy marcado.

Lana del Rey

No hay que indagar tanto para entender que es el mejor disco de su carrera. Sale de su zona de confort aunque mantiene esa vena melodramática que impregna en cada tema desde que empezó a lanzar álbumes.

Pero ahora se llena de colaboradores, quienes le obligan a experimentar en terrenos no conocidos, o por lo menos, poco trabajados en sus anteriores discos.

Ya sin tanta melancolía -tiene su dosis, pero no se excede- la estadounidense le entra de lleno al pop menos experimental, pero con mucho sentido, sin las ganas de explotar las listas de ventas, más bien con ganas de mostrar una faceta mucho más madura.

Nine Inch Nails

Agresivo y oscuro. Como lo conocimos. Mucho noise y beats revolucionados para crear atmósferas perturbadoras pero en perfecta armonía con la actualidad que vivimos. Por eso siguen los cantos a la descomposición social, la desolación, el hastío, que genera esta rabia que debe salir de alguna forma del organismo.

Para Reznor y compañía la lucha es clara: hay un monstruo que está destruyendo desde hace años todo lo que consideramos puro y para combatirlo hay que “añadir violencia”. ¡Pedazo de disco!

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.