Ponle play: discos nuevos de Speedy Ortiz, Steve Angello y Vertical Horizon

Ponle play

Speedy Ortiz

Entre relaciones tóxicas y un hartazgo por la situación social y política de Estados Unidos, la banda de Massachusetts recurre a toda la energía del girl power de los noventa para hacer un contraste entre los problemas de la vida diaria y las congojas personales, comparando unos con otros sin repartir sentencias o hacer menos a unos frente a otros.

Lo curioso es que estamos ante letras fuertes que igual denuncian el abuso sexual como señalan a los malos amigos, mientras melódicamente estamos ante acordes que suenan tiernos. La confusión se hace presente.

Steve Angello

El ex Swedish House Mafia se renovó como nunca, ofreciendo un dance pop con armonías oscuras y un house progresivo que sin duda significan su mejor trabajo en solitario.

Con tonos más emocionales y un intento por ser más reflexivo, el sueco apuesta por la melancolía sin olvidarse que las pistas de baile esperaban ansiosas por un rostro más allá del pincha discos que sabe armar la fiesta.

Vertical Horizon

Los de Washington nunca fueron una agrupación de altos vuelos, aunque sí colocaron uno que otro hit en sus comienzos al top de los charts cuando se asomaba un nuevo siglo.

Y aunque han optado por sonido más electrónico, el cambio les vino bien. Ya adultos se avocan a enfrentar las responsabilidades propias a su edad y cantan por igual al corazón roto de siempre que al escapa de esa vida, muy alejada del reventón salvaje de ayer.

No obstante es un trabajo lleno de optimismo y momentos lindo que superan por mucho lo hecho anteriormente desde su lejano debut.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.