Ponle Play: discos nuevos de Sprints, Amparanoia y Adán Cruz

Ponle Play: discos nuevos de Sprints, Amparanoia y Adán Cruz

Ponle Play

Sprints – Letter to Self

Después de dos EPs alabados hasta por quienes no son cercanos al género, los dublineses presentan su primer largo con la fiereza característica del garage rock. Exhiben un lado visceral que comulga muy bien con esas guitarras ásperas y unas ansias notorias de “sacudirse traumas”.

Con letras abiertas y sencillas, la banda rescata la esencia del grunge de los 90 para hablar de desigualdades, pero también de esas palpitaciones generadas no precisamente por buenas experiencias.

Es fácil hacer catarsis con ellos si estás en el mood justo. Si no, de todos modos un derroche de energía altamente disfrutable.

Amparanoia – Fan Fan Fanfarria

Amparo Sánchez y Artistas del Gremio unen fuerza para darle mayor empuje al “charangazo” y mostrar una cara renovada de esos clásicos de la banda madrileña.

Hasta sonidos sinaloenses se encuentran en esta reinvención de temas muy conocidos y el aire que le da las convierte en prácticamente en otra canción. Aunque no pasa lo mismo en todo el álbum, el derroche de vitalidad es tal que a los dos minutos ya estamos pidiendo fiesta.

Se trata de una unión poderosa que nos invita a armar la pachanga, esa es su única intención y la convocatoria es realmente irrechazable.

Adán Cruz – Corazones en Almíbar

El rapero regiomontano crece en instrumentalización para abordar sobre todo las debacles emocionales y da una muestra versatilidad mientas hace referencia a experiencias personales.

No hay como una reinvención plena tras sus discos más notables, pero sus seguidores pueden estar tranquilos porque este retorno suena a un reencuentro con todos aquellos modos presentados antes.

Sin ser una bomba, se trata de un trabajo maduro que a ratos, por duración, suena excesivo.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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