Ponle play: discos nuevos de Stars, Ozzy Osbourne y Phantogram

Ponle play

Ozzy Osbourne – Ordinary Man

Para que el príncipe de las tinieblas suene al monstruo que alguna vez conocimos los productores se encargaron de sacar máximo provecho de su indiscutible timbre y supieron envolverlo en una atmósfera tétrica y teatral.

De este modo, después de tantas malas noticias, este álbum es lo más luminoso que nos ha ofrecido Ozzy en mucho tiempo, aunque sea un disco que se debate entre querer retomar el espíritu rudo del cantante y la balada comercial cualquiera.

Pese a las múltiples colaboraciones, no escuchamos ego exacerbado alguno que haya tratado de opacar al líder de Black Sabbath, por el contrario, han hecho una gran labor para ser comparsa y bastón de un hombre que se nos presenta más ordinario que nunca, aunque su existencia fue por décadas precisamente lo contrario.

Afortunadamente no suena a testamento ni a despedida. Esperemos que haya más esfuerzos más. Esta leyenda merece una despedida de mayor garbo y potencia.

Stars – One more circle round the sun

La banda australiana volvió con sus integrantes originales en un álbum lleno de nostalgia y la calidad en las cuerdas que los hizo destacar en el mundo, sobre todo en los 70.

Los amantes del country pueden gritar de entusiasmo, pues no se guardaron nada para entregar muy completas piezas de rock clásico, y con ánimos de que alguno de estos temas se conviertan en nuevos humnos de la banda.

Se nota que el tiempo ha pasado, pero no las ganas de seguir rockeando al viejo estilo.

Phantogram – Ceremony

Una montaña rusa. Así ha sido la vida de este par después que el éxito les alcanzó como una de las propuestas más poderosas del rock electrónico moderno. Y eso es precisamente lo que escuchamos ahora, un disco que pensaríamos es dispar si no le prestamos la atención debida, pero que cuenta con una característica que nos guía para entender que se trata de un debate entre tirarse al piso y no dejarse vencer.

La ceremonia a la que hace alusión el nombre de este trabajo es precisamente un duelo, y utiliza las dos acepciones del término para ponernos frente a la idea de una pérdida, pero también de la lucha por encontrar el camino tras el golpe.

En contra tiene que este combate se torna cansado hacia el final, un tanto genérico y demasiado dramático. Sin embargo ¿de qué otra forma podemos afrontar que la vida nos arrebata lo que apreciamos si no es poniéndole un poco de sal a la herida?

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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