Ponle play: discos nuevos de Sufjan Stevens, Godspeed You, Black Emperor! y Leon Bridges

Ponle play

Sufjan Stevens – A Beginner’s Mind

Para crear este disco, Stevens se encerró en una cabaña a ver películas con Angelo De Agustine y el resultado es un regreso al folk de comienzos de sus carreras aderezado con las emociones que surgieron tras el visionado de filmes de cualquier género.

Se trata de una ociosidad sin mayores pretensiones que demuestra la facilidad con la que el de Detroit logra componer canciones hermosas aunque su armado sea de lo más básico.

La simplicidad del álbum para nada demerita la habilidad de estos autores para construir a partir de títulos como “La noche de los muertos vivientes” una reflexión sentida y luminosa de atrocidades como el cambio climático.

Godspeed You, Black Emperor! – G_d’s Pee at State’s End!

¿Punk sinfónico? Conceptos que se contraponen parecen encontrar aquí un punto de acercamiento musical y continúan por la línea cívica política que caracteriza a su parte lírica.

Es un álbum que coquetea todo el tiempo con la idea de la anarquía pero con melodías que parecen sugerirnos de un brillante nuevo comienzo tras una revolución social de enormes proporciones, de ahí que haya variados segmentos tremendamente oscuros, seguidos de armonías dulces.

Su estructura asemeja por momentos a la banda sonora de una película sobre desastres, combinando el ensueño con la ira, en una mezcla de idea que igual se sirve de discretos punteos de guitarras y violines que crean una atm´osfera densa en la primera mitad de este trabajo, para convertirse en sonidos amables para la segunda.

Leon Bridges – Gold-Diggers Sound

Otro trabajo que da cuenta del contexto social que vivimos, pero de modo elegante y un R&B exquisito, aunque no es algo que no le hayamos escuchado antes al de Texas.

En esta continuidad de ideas, Bridges va definiendo un estilo que combina de modo armónico la denuncia con un cálido soul con el que canta de modo sentido sus experiencias personales.

Lo más “rico” del álbum es su habilidad para transportarnos 50 años atrás en sonidos mientras da cuenta de una realidad social que nos pega de frente.