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Ponle play: discos nuevos de Taylor Swift, You Me at Six y Four Tet

Ponle play

Taylor Swift – Evermore

Con su anterior disco de folk, Swift buscó explorar otro lado de sus esfuerzos musicales. El resultado fue alentador y refrescante. “Evermore” llega como una continuación de ese trabajo, aunque suena más como una colección de lados b.

Como un ejercicio de purga funciona excelente, porque se escucha como la parte más alentadora de ese difícil proceso de abrirse para dejar que todos los demonios y miedos corran por el bosque.

Sin embargo, como novedad no funciona, tampoco está a la altura de su predecesor. Sería como “la colita” de ese osado álbum. Este disco sería una culminación desangelada de un proceso complicado que nos muestra que la cantante puede por fin hacer lo que quiera sin necesidad de ajustarse al formato pop para agradar.

Four Tet – Parallel

¿Enigma u ociosidad? Como curiosidad el productor inglés da en el clavo al ofrecernos piezas que significan la revelación de paralelos musicales.

Así, mientras vamos escuchando temas que van de lo bailable a lo reflexivo se mezclan ritmos e instrumentos que parecen no combinar con lo que escuchamos al comienzo de cada canción.

Es un disco igual de pacífico como cerebral, uno que intenta llegarnos a la mente por las emociones sonoras pero que requiere prestarle total atención para oír esos coros celestiales y percusiones básicas como algo más que una excentricidad.

You Me at Six – Suckapunch

Vuelven más potentes y agresivos que en su anterior álbum, pero con la idea clara de que para conquistar a las nuevas audiencias necesitan estribillos pegajosos y guitarras divertidas.

De hecho, en varias pistas se escucha que repasaron muy bien la discografía de Foals: sin que sea un “fusil”, sin duda muchas de las armonías de los británicos se oyen aquí de modo muy similar.

Su coqueteo con el garage rock es bien recibido, aunque las letras parecen escritas por un adolescente muy enojado.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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