Ponle play: discos nuevos de Thee Scared Souls, The Black Angels y Sonnyjim, The Purist

Ponle play: discos nuevos de Thee Scared Souls, The Black Angels y Sonnyjim, The Purist

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Thee Scared Souls – Thee Scared Souls

¡Ah pero qué hermoso soul sesentero! La idea de contarnos cómo se enamoran las personas con melodías tan suaves y la voz tan envolvente de Josh Lane hacen de este EL disco con tinte añejo mas completo del año.

No es un disco retro pese a ello, porque no se conforman con rescatar formas y melodías del R&B de antaño, sino que lo llevan más allá, incluso lo “latinizan” (si se me permite la expresión).

Sí, son canciones de amor y la pérdida de éste, pero hay una atmósfera sensual alrededor de cada pieza que resalta la emoción por encima del tiempo.

The Black Angels – Wilderness of Mirrors

El fuzz constante que distingue a la banda de Austin se disfraza por segundos para darle a la neosicodelia de esta agrupación un nuevo aire, uno confuso para darle sentido al título de esta placa.

Las distorsiones de este garage “suave” nos explican por qué vivimos tiempos tan convulsos, laberínticos. Este álbum doble es prueba sonora de cómo ha evolucionado el subgénero a partir de lo ocurrido en esta y la pasada década.

Los amantes del rock ácido no se van a decepcionar y quienes apenas les descubren encontrarán que, aunque la psicodelia parece volver a su formato más primitivo, el espectro que construyen los de Texas en este disco está plagado de interesantes matices.

Sonnyjim, The Purist – White Girl Wasted

El debut de los raperos y productores es un viaje en el tiempo, se remontan a los 80 para hacer una oda a los excesos y la drogadicción en una tierra de nadie donde poco y pocos importan.

Y aunque pareciera algo que ya hemos escuchando antes, los sonidos lofi y sampleos que The Purist coloca en las mezclas le convierten en una travesía lisérgica y funk que dibujan con acierto entornos sórdidos y siniestros.

¿Es una ociosidad? Un poco, pero lo mismo ocurre con esas pseudo hazañas o historias de superviviencia después de haberse atascado con alucinógenos: saliste y ileso y al final sólo queda la anécdota.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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