Ponle play: discos nuevos de Vanessa Zamora, Ted Nugent y Christina Rosenvinge

Ponle play

Vanessa Zamora

La tijuanense le da una vuelta a lo que fue su debut y con ritmos más divertidos sigue con esta ruta de pop psicodélico para abordar situaciones cotidianas.

Si bien no trae un trancazo bajo el brazo, es la experiencia honesta de una chica que a ratos convive con gente quejosa la que se ventila en esta ocasión, con una base tradicional pero con hartas ganas de explorar atmósferas espaciales y arreglos que evoquen sensaciones.

Ted Nugent

Con todo el sello de la casa y solos de guitarra fuera de este mundo, el legendario músico de Michigan ofrece en un mismo trabajo lo mejor y peor de su carrera. Con autoridad demuestra que la velocidad de sus dedos y ese modo tan suyo de hacernos menear la cabeza siguen intactos aunque algunas letras no pasen de lo mismo que hemos escuchado otras tantas veces.

Pero el portento de la guitarra está de vuelta y para celebrarlo llena de energía este nuevo trabajo que bien vale la pena repasar varias veces, por el simple hecho de que pega bien con una vuelta en motocicleta y la obligada chamarra de cuero.

Christina Rosenvinge

¿Qué es un padre? La madrileña intenta descifrarlo en su nuevo disco, donde rompe la barrera del género para diseccionar los diferentes tipos de paternidad moderna y darle sentido a melodías desangeladas a propósito, llenas de momentos crudos y con una instrumentación que pesa más que divertir.

Si bien la parte musical importa, y mucho, las letras descarnadas y los reclamos son los que atrapan la atención en este trabajo tan matizado y variado, en donde se señala que hombre o mujer siempre definirán gran parte de su personalidad en la crianza. Y a veces los resultados no son culpa de nadie. Nunca es culpa de nadie.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.