Ponle Play: discos nuevos de Villano Antillano, Clairo y Nathy Peluso

Ponle Play: discos nuevos de Villano Antillano, Clairo y Nathy Peluso

Ponle Play

Villano Antillano – Miss Misogyny

Un disco sólido que homenajea a las mujeres pero al que le falta esa alta dosis de picardía que presentó en X. No es que desmerezca atención, es que deja lo más picante hacia el final y es precisamente ese sello distintivo lo que pedimos a gritos.

Con su afilada lengua repasa las conquistas de aquellas raperas y personalidades de la música que le antecedieron y dieron un paso adelante para exigir respeto para la comunidad LGBTI+.

Aunque llega a ser monótono musicalmente, no deja de ser un disco al que hay que prestar atención por lo punzante de sus letras y el arrojo con el que la puertoriqueña se lanza a la yugular contra el conservadurismo.

Clairo – Charm

Un monólogo conmovedor, sutil y cálido enmarcado en sonidos de los setenta. Se trata de un bedroom pop elegante que se inclina por el soul y el R&B para hacerse todavía más introspectivo.

Para una noche tranquila en la que sólo quieres escuchar las confesiones y dudas de una mujer que abre su corazón funciona muy bien.

Sin embargo, llega a ser cansado hacia su final; pese a que su lírica es suficiente para envolvernos y conectar con sus emociones, musicalmente es un tanto plano.

Nathy Peluso – Grasa

Su mezcla de folclor latino con trap y otros tantos subgéneros es apabullante y el mensaje es todavía más poderoso, porque todos los placeres de la vida vienen acompañados de grasa.

Es un trabajo ecléctico y hedonista que habla de su compromiso consigo misma, con la exploración consiente de su emociones y el reforzamiento de ese compromiso de no casarse con un solo ritmo o género.

Y aunque dispares en sonoridad, la argentina ha encontrado el modo de atar cada uno de estos temas llenos de garra y sensualidad.

Juárez Góngora

Es orgullosamente yucateco. Egresado de la licenciatura en Periodismo en un colegio de la tierra del panucho y el salbut. Le dio por conocer varias zonas del país hasta que se avecindó en la Ciudad de México, donde se dedica a hacer textos para el mundo del internet. Amante de la literatura, melómano, pero primordialmente cinéfilo, de niño repasó películas en formato Betacam una y otra vez, hasta que finalmente, un buen día, fue al cine y de ahí no pudo salir.

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