Relacionan riesgos de padecer demencia asociados con la contaminación del aire

La Universidad de Washington realizó una investigación donde plantea que el aumento en niveles de contaminación por partículas finas se asoció con un mayor riesgo de desarrollar demencia para personas expuestas a ellas.

Para el análisis, se basaron en datos de estudios de larga duración en una región, el primero comenzó a finales de los setentas y en él se medía la contaminación del aire. Mientras que en el segundo, el cual se desarrolló en los años noventas; cuantificó los factores de riesgo de demencia del lugar.

El equipo de la University of Washington identificó el vínculo entre ambos y descubrió que por cada aumento de un microgramo por metro cúbico de exposición, correspondía a un riesgo 16 por ciento mayor de demencia por todas las causas. La asociación fue similar a la de tipo Alzheimer, según comentó Rachel Shaffer, autora principal de la investigación en un artículo.

Cabe mencionar, las observaciones se aplicaron a más de cuatro mil residentes del área de Seattle inscritos en el Adult Changes in Thought (ATC). De esos habitantes, se identificaron a mil personas que en algún momento fueron diagnosticadas con demencia desde que iniciaron las exploraciones en 1994.

No obstante, cuando se identificaba a un paciente con demencia, investigadores proseguían a averiguar y comparar la exposición promedio de este a la contaminación.

“El estudio está comprometido con el avance de la investigación sobre la demencia al compartir sus datos y recursos y estamos agradecidos por su participación en esta indagación sobre la contaminación del aire.”, señaló por el doctor Eric Larson, investigador principal fundador de ACT.

Por su parte, la aparición de la demencia lleva un largo tiempo para que esta patología se desarrolle en el cerebro y elementos como la dieta y genética también influyen. Es por ello que se necesita analizar las exposiciones a la contaminación y la partículas del aire que cubren ese periodo prolongado.

Ante esta situación, los investigadores seguirán creando bases de datos detalladas de los factores de riesgo y la contaminación en las regiones.

Es importante destacar, además de los datos extensos sobre la contaminación del aire y la demencia de la región, otra de las fortalezas del análisis fueron las extensas historias de direcciones y procedimientos de alta calidad para el diagnóstico.

Asimismo, tener direcciones confiables permite obtener estimaciones de contaminación del aire más precisas para los participantes del estudio. Estas exposiciones de alta calidad combinadas con el seguimiento regular de los miembros de ACT y los procedimientos diagnosticados estandarizados contribuyen al impacto potencial, según las propias palabras de sus desarrolladores.

NotiPress/Fernanda Toscana

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