Sexo y horror: Dos amigos que hacen cosas fantásticas

Te puedes tapar los ojos cuando sale el “mostro” con cuchillo cebollero pero no creo que te interese cerrarlos cuando aparecen escenas candentes (reñidas con la moral y las buenas costumbres dirán algunos).

Lo cierto es que el género horror y gore está fuertemente ligado al sexo, es decir, seguramente verás gente desnuda bañada en sangre, parejas en momentos íntimos sin final feliz, chicas sin blusa huyendo del psicópata… bueno, el punto es que no hay mejor manera de llamar al mal que darle la prueba de amor a tu pareja . Y sí, el sexo vende, pero dentro del cine de terror tiene su razón de ser.

¿Quiénes son los sobrevivientes de la furia de Jason, Chucky, Zé do Caixão, Leatherface y de los entes malvados del Giallo italiano? Las chicas y chicos “buenos”. ¿Quiénes son los primeros en morir? Los que andan de “loquillos”. Al fin y al cabo dentro de todo baño de sangre – principalmente estadounidense- siempre está la moraleja de que si te ajustes al molde de decencia son pocas las probabilidades de que te ocurra algo malo.

Existen excepciones, claro. En “I spit on your grave” (1978) el sexo y el horror se fusionan para una realidad sin tintes cómicos y bastante inquietante: una escritora de aspecto vulnerable es violada salvaje y gráficamente por un grupo de hombres. Y ella utiliza el sexo para una venganza difícil de digerir para los ánimos sensibles.

“Last house on the left” (1972) usa el deseo sexual como juez y parte: una mamá es capaz de todo para castigar al asesino de su hija. Hasta de hacerle creer que le gusta y desea complacerlo sólo para arrancarle de una mordida la parte de su cuerpo que más quiere. Esta película es altamente inquietante porque el sexo es el hilo conductor de la perversidad.

Y si nos queremos reír tenemos “Lesbian Vampire Killers” ya que realmente no tiene pies ni cabeza y muchos menos razón. Ahí vas a ver lo que dice el título: vampiras lesbianas asesinas. Lo mismo pasa con “Zombie Strippers” (2008) en las que podemos ver auténticas masacres durante los bailes. Las dos sirven para satisfacer las fantasías bizarras de muchos y en eso está su valor fílmico.

No olvidemos que hay el género porno gore tanto en música como en cine. Italia siempre ha sido vanguardista en proyectos visuales y tiene bastantes producciones que combinan sexo, heridas, violación y destrucción. Ahí sí que al gusto de cada quién.

Sexo y horror son dos facetas que no queremos admitir que nos gustan. Más bien se nos enseña a que no nos deben agradar porque simplemente, no.  Y su éxito comercial podría deberse a que reproduce los más secretos instintos del ser humano o porque todos disfrutamos el morbo. Hay propuestas interesantes y vale la pena verlas.

María del Mar Boeta

Quiere un muñeco tamaño real de Chucky el Muñeco Diabólico. Piensa pagarlo con sueldos de reportera, historiadora y Copy Writer. Escribe bien bonito para el proyecto rock-musical-psicodélico Malosa Mami.