Para que una película de terror de antaño tuviera el efecto deseado, una de las escenas que indudablemente debíamos ver era al par de jóvenes ardiendo de placer dispuestos a darse cariño. Por lo general, sino es que siempre, el dúo moría a manos del espectro, asesino o espanto que protagoniza la historia. Te sigue decidió usar la fórmula pero de modo elegante e inteligente para construir una metáfora.
Una joven de 19 años decide tener relaciones sexuales con un chico y ello desatará que una suerte de espectro le persiga a menos que pase la “maldición” a otro joven teniendo intimidad con él (o ella).
Te sigue es la muestra de que una cinta de terror juvenil no tiene que ser sosa y sin sentido. Mejor aún: no necesita exponer las vísceras o monstruos por todos lados para causar horror. No es aterradora, pero perturba y consigue momentos realmente tensos con este constante acoso de la “cosa” y de la cámara.
Y es que si algo tiene la creación de David Robert Mitchell es la sutil manera en que ha construido un terrorífico encuentro entre adolescentes y la incertidumbre.
Si bien, el filme es un modo de confrontar a la juventud con este atractivo pero silencio mal que significan las enfermedades de transmisión sexual, es también el retrato de un mundo donde los jóvenes vagan sin sentido por una existencia amenazada por flagelos que no tienen rostro ni nombre.
El gran mérito de Te sigue es la creación de una atmósfera perturbadora, de un, aparentemente, invencible monstruo que no elige a sus víctimas por credos o razas, simplemente por herencia: alguien decide a quién perjudicar y la “cosa” hará que sienta sufrimiento luego de experimentar placer.
En manos menos hábiles, el que “eso” elija a quién eliminar por el hecho de que tuvo sexo con alguien hubiera terminado en broma, pero Robert Mitchell evade los clichés, le da dignidad a los protagonistas juveniles y los exhibe más cercanos a la realidad: no como unos seres cachondos deseosos de calmar a sus hormonas, sino como gente inexperta que busca experimentar y tiene en mente los encuentros sexuales como algo idealizado, desconocido y necesario para su paso a la vida adulta.
Mejor todavía, la cinta se “deshace” de los padres, no existen los adultos en este universo en el que los jóvenes tienen que solucionar sus problemas y no acuden a los mayores. Y la “cosa” también decide ignorarlos.
Para alabar todavía más lo construido, el director pone al ente como una presencia omnipresente, pero no es quién nos ocupa, son los perseguidos. La cosa está casi siempre en planos muy lejanos, de lo que se trata es de mostrarnos el terror en los ojos de los acosados.
Al final el filme opta por la salida más sencilla, ridícula incluso, pero no perjudica en gran medida lo visto durante unos 50 minutos, que sin ser una experiencia pavorosa, cumple el cometido de hacernos sentir incómodos y con miedo.
Te sigue decide ser reflejo del sentir adolescente, donde no se sabe nada o se conoce muy poco, incluso aquello que puede matarte, pero, uno es joven y busca, aunque al final del día estos descubrimientos no sean del todo gratos.
It follows (2014)
Dirección y guión: David Robert Mitchell.
Protagonistas: Maika Monroe, Keir Gilchrist, Lili Sepe, Daniel Zovatto.
Fotografía: Mike Gioulakis.
Edición: Julio Perez IV.
Artículo publicado en Azteca Noticias: http://www.aztecanoticias.com.mx/notas/entretenimiento/227226/te-sigue-la-otra-cara-del-cine-de-terror-juvenil
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