Ecos de una fan a una semana del concierto…
Sí, como si fuera un sueño fantástico. Anoche (11 de febrero) bailé y roqueé con mi guitarra imaginaria entre mis dedos y mi chamarra verde Irlanda junto a un escenario lleno de magia y energía positiva emitidas por la inigualable voz de Dolores O’Riordan, el vibrante bajo de Mike, la imparable guitarra de Noel y la intensa batería de Fergal.
Sí. The Cranberries, la legendaria banda irlandesa, estuvo reunida de nuevo en México este febrero de 2017 y por primera ocasión cantando junto a las paradisíacas playas de Cancún durante tres días seguidos en el Moon Palace Arena. Increíble tenerlos tan cerca para una fan como yo, que desde la Península de Yucatán los ha seguido a los grandes escenarios de la ciudad de México desde 2002, incluso hasta su país de origen, pero desde mucho, mucho antes por televisión y radio cuando todavía el internet no se masificaba.
Era 1995 cuando los conocí en MTV
La voz femenina revelación de la década de los 90s, Dolores O’Riordan, saltó a la fama con su banda debido al éxito obtenido por su sencillo Linger seguido de Dreams. Con su menuda figura, dulce rostro de blanca piel y hermosos ojos verdes y su voz… su suave voz cantando al desamor en Linger y su atrapante falsete de la bucólica e inspiradora Dreams, The Cranberries llegó para quedarse para siempre en el historial de hits de la música rock pop en inglés, vendiendo más de 40 millones de albums en todo el mundo.
2017: Como Arándanos en la arena
Quince años después, la vida me regala verlos nuevamente en vivo, acompañada de mi esposo, constatando cómo su música sigue haciendo rebosar no sólo el mío sino a miles de corazones de emoción, con tres presentaciones al tope (6 mil asistentes aproximadamente) en un aforo más pequeño e íntimo a los que normalmente están acostumbrados (más de 50 mil en su visita a la Ciudad de México en 2010), pero que esta vez hicieron viajar a sus seguidores hasta el sureste mexicano, ya sea desde Canadá, España o desde la vecina ciudad de Mérida, donde vivo.
Un bocadito de ensalada, un sorbo de rica crema de tomate y ya no pude más. La palpitante espera de verlos salir al escenario impidió que degustara por completo la rica cena ofrecida como paquete incluido al concierto. Y cuando por fin las luces se apagaron anunciando el inicio, poco a poco, con una melodía de ondas eléctricas expectantes se hizo el llamado para que cada soldado tomara su instrumento y posición en el stage. Dispararon las batacas de Fergal, destelló la guitarra de Mike y apareció Dolores cantándonos e invitándonos a disfrutar “wide open” la vida con Analyze.
“¡Take a picture with me!”, me gritaba entre la euforia musical una alta y tierna mujer de cabello corto dorado al ver mi chamarra con la insignia de la banda irlandesa. Ese fue el principio de un concierto compartido al cien por ciento y disfrutado al máximo con una pareja de fan esposos que viajó desde Toronto sólo para ver a los autores de Zombie.
Bailando hincados la mayor parte del concierto, (no podías estar de pie por el público sentado) así los tres, mexicanita y canadienses (Mark y Karem) aprendimos a rockear juntos con las rodillas enrojecidas cada guitarrazo de Ridiculous Thoughts, cada grito de libertad con Free To Decide o Promises, hasta sacudir todo el cuerpo con Salvation, Zombie o agitando la luz de tu celular para corear Ode to my family, Linger, Conduct y When you are gone.
Como de ensueño nunca olvidaré que durante la enérgica interpretación de Ridiculous Thoughts nuestro incesante movimiento corporal logró captar la atención de Dolores que nos sonrío e hizo un pequeño contacto visual mientras cantaba y que hizo casi desmayarme del alucine.
Interpretaron 17 melodías en total, casi sin detenerse, fue el mismo set list durante los tres días. Con duración de menos de hora y media, músicos y cantante se entregaron por completo a un público que les respondió de la misma manera y que a pesar de lo corto dejó enormes sonrisas de satisfacción entre sus seguidores. Así la noche del 11 de febrero, Dolores abrazó una bandera mexicana estremeciéndonos a los presentes, inclusive se agachó en el escenario a firmar autógrafos y en español dijo “Muchas gracias”, a su público mexicano. Portando vestuario negro, minifalda brillante, leggins, blusa, botas industriales y cinturón urbano, la nacida en Limerik expresó su admiración por la belleza de las playas mexicanas, donde hicieron shots para ilustrar su próximo álbum a estrenarse este año.
Y para cerrar con broche de oro, resonó Dreams, con un público extasiado y de pie sin importar los protocolos. Fue una noche mágica y fantástica.
Las redes sociales enloquecieron previo y durante sus presentaciones. Los clubs de fans buscaron encontrarse con los cantantes en el hotel sede, se agradecen las transmisiones en vivo por Periscope para quienes no pudieron asistir, los concursos de los organizadores para tomarse la foto con la banda; así los “arándanos” rockearon con sus fans en la arena blanca de Cancún. Y un mensaje de despedida de Dolores en su facebook después de su último concierto donde por cierto se puso un sombrero mexicano: “We really enjoyed our shows here in Cancun. Hope you are all keeping well. Will see you again soon. Love Dolores”.
Después de haber cancelado en agosto de 2016 sus presentaciones en Cancún por problemas de salud de la vocalista, The Cranberries vinieron y cumplieron con amor a sus fans que ansiosos contábamos los días para verlos.
Y el fantástico sueño se hizo realidad.
-Datos de la sede y de la producción-
El Moon Palace mostró muy buena organización en el estacionamiento, entrada y distribución de las mesas. Llamó la atención que no se requirió ninguna revisión especial por parte de seguridad para los asistentes, a pesar de los últimos y lamentables actos violentos en la atractiva ciudad quintanarroense.
La producción visual logró una colorida atmósfera con tonos ocre acorde a los guitarrazos de rock de la banda que también estuvieron acompañados por una corista, un guitarrista extra y un tecladista que completaron la armonía musical.
-Regalo y agradecimiento. Después de una espera de 7 años-
Mención especial a un guardia llamado José y a Luis, uno de los del equipo del Moon Palace, que me aseguraron haberle hecho llegar a la cantante un cd de regalo que hice para la banda con la versión en español de Linger, traducida y grabada por quien escribe esta reseña. La melodía la grabé para entregársela a la banda durante una de sus presentaciones en la CDMX en el 2010, y sin poder lograr mi cometido, la archivé sin nunca distribuirla en ningún medio por Internet. Ahora que me aseguran ha sido entregada, tal vez sí la coloque en la web site. Les avisaré a los fans.
Mención especial a Tony Bargas, mi esposo, compañero de aventuras y motivador de mis sueños.
-SETLIST-
- Analize
- Animal Instinct
- Linger
- When u are gone
- Just my imagination
- Ode tu my family
- Free to decide
- I cant be with you
- Conduct
- Desperate Andy
- Schizophrenic Playboy
- Salvation
- Ridiculous Thougths
- Zombie
-ENCORE-
- You and me
- Promises
- Dreams
Texto de Alejandra Hidalgo, quien nos dejó una breve biografía para describirse:
Creativa. Comunicadora. De las aulas del Periodismo. Amante de la naturaleza, música, cine y literatura .
Cantautora. Maestría en Literatura y Comunicación.
Twitter: @alexagoladih
Facebook: Ale Hidalgo
Blog: alexagoladih.blogspot.com
Imágenes de The Cranberries Cancún.
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