¡Viva México!, gritamos todos. El México que festejamos hoy es el de los héroes en los libros de história, el de las leyendas ya lejanas que muchos tristemente no conocemos a fondo. México es muchas cosas, es fiesta, sí, pero tambien es tradición, usos y costumbres, urbe, arquitectura, cocina, niños, dulces, injusticias y protesta. Pero sin duda: TODO ésto queda tambien para la historia, plasmado en la fotografía.
Antes del Instagram, Photoshop, redes sociales, videos virales y likes, existía el film que debíamos esperar para revelar en el cuarto oscuro a fin de ver el resultado. Muchos aún amamos ese estilo de fotografía, sin embargo, con o sin digital tools el talento es innegable.
Conozcamos a 5 fotógrafos icónicos mexicanos que nos muestran, desde su óptica, lo que es México:
Manuel Álvarez Bravo
Manuel era un chilango del centro de la Cudad de México, es el representante de la fotografía latinoamericana del siglo XX. Estudió en la Academia de San Carlos, trabajó para el cine haciendo fotografía fija y para muralistas como Diego Rivera. Falleció en 2002 a los 100 años. Muchos le llaman “El poeta de la Lente”.
Graciela Iturbide
Nació en la Ciudad de México, quiso ser cineasta y estudió en el CUEC de la UNAM, aunque la foto fija la cautivó. Fue asistente de Manuel Álvarez Bravo, quien enseñaba en la Universidad. Fue comisionada para documentar la vida indígena en México en los 70. Francisco Toledo la invitó a Juchitán, Oaxaca, a fotografiar la vida en el sureste mexicano. Ha recibido numerosos premios en todo el mundo y vive en la Ciudad de México a sus 73 años.
Armando Salas Portugal
Nació en Monterrey, pero creció en la Ciudad de México. Se hizo amigo de Luis Barragán cuando estaba construyendo el Pedregal y se encargó de documentar toda su obra. Interesado por la fotografía llamada “numial”, es un pionero de el arte fotográfico conceptual. Viajero incansable, documentó en fotografía todo el país y sus monumentos. Vive el la Ciudad de México.
Lola Álvarez Bravo
Lola nació en Jalisco y se fue a vivir a la Ciudad de México. Manuel Álvarez Bravo era su vecino y se casaron en 1925. El “breve” matrimonio de 11 años la introdujo al mundo de la fotografía. Muchos fueron sus intereses: fotografía urbana, fotomontaje, foto escultórica y series de retratos; la mas famosa la de Frida Kahlo en la Casa Azul, donde captura el dolor de Frida debido a las cirugías.
Fotografió eventos culturales y pinturas. En la zona Rosa montó una exposición de la obra de Frida, la única en vida, fue figura clave en el renacimiento artístico post-revolución en México.
Nacho López
Nació en Tampico. Se desarrolló como fotógrafo en la Ciudad de México. No le gustaba retratar al México “exótico”, prefería capturar la rutina, los rostros, las escenas de la cotidianidad y la lucha social. Fue el primero en publicar foto ensayos para revistas. A veces, él mismo organizaba eventos y protestas para fotografiar las reacciones de la clase trabajadora y sus rostros. Es considerado el primer fotoperiodista en México en los 50.
Pedro Valtierra
Pedro Valtierra es fundador de la revista y agencia Cuartoscuro. Es de Zacatecas y después de ser auxiliar y asistente en los 70 se convirtió en fotógrafo de la Presidencia de la República. Además fue fundador y jefe de La Jornada en los 80 y editor de fotografía en los 90.
Es reconocido con múltiples galardones, también es pilar del fotoperiodismo moderno en México; ha documentado imágenes de diversos movimientos sociales e indígenas.
Bonus:
Tina Modotti (Assunta Adelaide Luigia Modotti Mondini)
Nació en Italia. Aprendió el oficio de fotografía de su tío y su padre, con quien se mudó a San Francisco, posteriormente, En Los Ángeles conoció a Edward Weston, gracias a quien desarrolló su potencial como fotógrafa y documentalista.
La vida y los amores la trajeron a México, donde se estableció en 1923. Rápidamente hizo amistades y “conexiones” con los “comunistas” y artistas post-revolucionarios mexicanos: Diego, Frida, Manuel, Lola, León, Edward, José Clemente, etc.
Tina documentó las obras de sus amigos los muralistas y se interesó en la vida y el paisaje cotidiano, también experimentó con flores, interiores arquitectónicos e imágenes religiosas. A fines de los 20, Tina se vió envuelta en una organización política comunista y su inspiración cambió, su trabajo se centró más en el activismo político y Manuel Àlvarez Bravo lo llamó: “revolucionario”. Tina murío a los 42 años en un taxi, saliendo de una cena en casa de Pablo Neruda, Diego Rivera dudó que las causas de su muerte fueran naturales, Pablo escribió su epitafio:
Puro es tu dulce nombre, pura es tu frágil vida:
de abeja, sombra, fuego, nieve, silencio,espuma,
de acero, línea, polen, se construyó tu férrea,
tu delgada estructura.
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