Vivir y sentir la soledad: Odio que los abrazos no duren más de cuatro horas

“Odio que los abrazos no duren más de cuatro horas” es una propuesta artística multidisciplinaria de la Compañía Teatro Ciego MX que aborda a profundidad el impacto que tiene la soledad en la vida de las personas, sobre todo en quienes no cuentan con todas las capacidades funcionando al máximo como la mayoría de las personas, limitando o modificando la experiencia de vida, en muchos ocasiones hacia espacios negativos y oscuros. 

¿Cómo sentir la soledad? ¿Cómo vivirla sin miedos? ¿Cuántos tipos de soledad podemos afrontar? ¿Aceptarnos por completo nos puede encerrar en una soledad voluntaria?

“Soy perfecto en mi imperfección y en mi abandono” se escucha en una de las historias que entretejen a la soledad como una realidad que envuelve a las personas, que se genera en medio de las sociedades y que tiene una mayor constancia en las personas que tienen alguna discapacidad. 

Actuada por personas invidentes, mujeres y hombres que dan muestra del poder que tiene el arte para promover la inclusión, integración y empatía ante la diversidad y las diferencias, la puesta es escrita por Itzel Lara y dirigida por Juan Carlos Saavedra. 

Cabe señalar que en las dos funciones que se dieron en el Teatro Esperanza Iris el 15 y 16 de agosto, y que marcaban el cierre de su gira nacional, se incluyó el uso de dos ensambles vocales –distribuidos en el teatro-, traductoras y traductores en escena y en tiempo real al Lenguaje de Señas Mexicana, y audio descriptivo por medio de dispositivos, lo que permitía una experiencia escénica diferente e integral.

Aprender del dolor ajeno es una tarea de mucha empatía y humanismo, aprender que el dolor también se siente, se respira, se escucha, se degusta, se observa, aún sin todos los sentidos nos puede ser hacer más humanos y mas responsables.

Sin duda alguna, “Odio que los abrazos no duren más de cuatro horas”, es una hermosa oportunidad para comprender mucho mas de lo que percibimos, muchos más de lo que aún podemos entender. 

Fotos y texto: Oscar Mendoza Cadena