Casas Vacías es la adaptación teatral de la novela de Brenda Navarro, una obra que explora las profundidades del dolor, la pérdida, la violencia y las complejidades de la maternidad.
Dirigida por Mariana Giménez, adaptada por Humberto Pérez y con las actuaciones de Mariana Villegas y Paula Watson, es una puesta en escena que no dejará a nadie indiferente.
La obra nos sumerge en las vidas de dos mujeres. Una, devastada por la desaparición de su hijo, aún cuando se cuestionaba si quería ser madre; la otra, con enormes ganas serlo, enfrentando las terribles consecuencias de haber robado al niño para tenerlo como propio.
A través de sus reflexiones, la obra expone las dificultades de la maternidad, las heridas invisibles que carga cada mujer, los entornos familiares violentos, y cómo la sociedad juzga, señala y, a veces, olvida. Es un retrato crudo y conmovedor de la ausencia, la necesidad de amor, la desesperación, la culpa y el vacío.

Casas vacías: la interpretación actoral y el sentir del espectador
Al principio de la obra, el mood se siente un poco flojo. Un inicio tantito acartonado o indiferente, como una lectura sin emotividad.
Sin embargo, a grandes zancadas, la fuerza y cualidades de ambas actrices van ganando su lugar en el escenario. Por momentos, el monólogo de una se complementa con el cuerpo de la otra, en una especie de coreografía que a ratos las entrelaza y a ratos las hace repelerse. Entonces se confabulan, se hacen cómplices para darlo todo en su propia intensidad.
A Paula Watson le queda mejor la comedia corporal, la gesticulación, ese algo clown, y contar la historia desde su corporalidad y desde su discurso más relatado. Mariana Villegas luce en lo dramático, en el grito y en el desgarro.
Casa vacías es una obra de teatro que te conmueve y estruja, imposible quedar indiferente como espectador. Pero también por momentos te hace reír, a veces con ganas. Un cúmulo de emociones, de subida y de bajada.
Para al final, aplaudir durante varios minutos, todavía perplejos. Y dejar las butacas y salir a la calle pensando, reflexionando; conmovidos e indignados por este tema tan de la vida real… pero agradecidos como espectadores.
Si lo tuyo es el teatro que sacude, que cuestiona y que invita a la reflexión, lánzate al Foro Shakespeare (Zamora 7, Condesa) a ver esta obra. Con funciones los viernes a las 20:30, sábados a las 18:00 y 20:30, y domingos a las 18:00. Boletos: 400 pesos. Tendrás oportunidad de vivir esta experiencia hasta el 13 de abril.
Ahí una butaca que te espera. No la dejes vacía.